El Círculo de Locutores festejará los 50 años de los premios Micrófono de Oro, con un espectáculo concebido por el experimentado productor artístico y coreógrafo.
“El 19 de julio próximo tenemos la gala del 50 aniversario del premio. Por eso le puse Medio Siglo de Voces de Oro. Pretendemos contar la historia desde el 72 cuando nace el Círculo de Locutores, recreando las cosas más importantes que nacen en el 1972. Que la gente se va a asombrar, porque artísticamente es increíble las cosas que logré descubrir echando páginas para atrás”, expresó Chiqui Haddad al programa de TV Famosos Inside.
Y citó: “Por ejemplo. El Conjunto Quisqueya nace en el 72; el número icónico de la Navidad que es Salsa pa’ tu lechón, de Johnny Ventura, nace en el 72; Pena, de Luis Segura nace en el 72 –que lo estoy llevando a urbano, porque sabes que uno se tiene que meter en la onda…-, precioso. ¡Precioso! Muchas cosas: por ejemplo, tengo los hits del 72 que todavía suenan. Y por supuesto temas internacionales del 72. Ese año estaba Mary Trini acabando. La salsa como género fue declarada la Revolución Musical, eso pasa en el 72 con Johnny Pacheco y la Fania All Stars. Pero en el 72 pasaron cosas como que las Águilas fueron a una serie del Caribe, y como soy aguilucho, pues…” narró.
“Fue el año del Watergate y de El Chavo del Ocho. La figura más pegada ese año era Johnny Ventura, que fue un fenómeno que nació pegado en los 60. Ese año Luis Segura había sacado su álbum Pena por ti. La salsa estaba acabando y no pueden faltar las grandes emisoras, incluida Radio Guarachita que tanta influencia tuvo. Y también Rodriguito y El Suceso de Hoy; a las 2:00 de la tarde esto no se movía, esperando El Suceso de Hoy”, recordó quien también fuese bailarín de la compañía nacional de ballet.
“Yo soy parte de todo eso”, aseguró. “Yo tengo 69 años y todo era por la radio. Mi mamá me decía ‘¡Chiqui pon la radio para ver qué hora es!’ ¡Hasta eso! Y aquello de ‘¡10:00 de la mañana, ponga las habichuelas!’ y entonces la doña ponía sus habichuelas a las 10:00 de la mañana. ¡No, la vida es chulísima!”, se admira quien dejó subrepticiamente sus estudios de Arquitectura sin que su mamá lo supiese, por lo cual ella se la desquitó mochándole partes del cabello mientras él dormía.
Las cosas, hoy
Acerca del estado de cosas actual Chiqui dijo que cualquier siglo fue mejor, porque “¡lo que está pasando aquí, nononono. ¡Y no es porque uno sea atrasado. ¡No! Y yo no pienso ni siquiera en mí. Yo pienso en los niños. ¡Dios mío, Dios mío, cómo están normalizándose ciertas cosas… ¡Va a ser tarde cuando vengan a reaccionar!”, reflexionó.
“Con honrosas excepciones, hay pocos bailarines en el espectáculo popular. No se puede confundir una bailarina con una bailadora (que no tiene que ver obvio con la bailaora española). Son bailadoras porque se aprenden los pasos, buenísimo, pero no te tienen…”, dijo refiréndose a ese algo que es la pasión artística.
Codearse con la élite de la farándula mundial le dejó ricas enseñanzas que atesora.
Chiqui Haddad, una vida dedicada al arte
Manuel de Jesús (Chiqui) Haddad Reyes, nació en Mao (Valverde) en 1954. En 1965 su padre Manuel de Jesús Haddad Pichardo (Millet), cuando era gobernador de Mao, fue asesinado por sicarios políticos.
Al ser ya un joven, Chiqui bandonó sus estudios de Arquitectura en octavo semestre para dedicarse por entero al ballet. De modo que comenzó tarde a bailar y logró permanecer siete u ocho años bailando. Tuvo profesores de Cuba, Rusia y Polonia. Ha coreografiado y producido espectáculos como Realidad de un sueño, Para quererte, Lo prohibido, Cachita en el país de las maravillas, Papolino ¿dónde está Santa Claus? y Juegos Panamericanos. Sus bailarines admirados eran Varyshnikov, Nuréyev, etc. Tiempo después se centró en el espectáculo popular. “Valió la pena haber abandonado la Arquitectura y que mi mamá me cortara el pelo”, aseguró convencido. Chiqui tiene fama de ser buen concinero. Dice que se ha especializado en la confección de panes. Por eso se le hizo fácil superar el encierro de la pandemia. Durante 18 años fue productor artístico de Altos de Chavón, allí conoció desde Beyonce y Jay Z hasta el Rey de Jordania, Penélope Cruz, Javier Bardem, entre muchos otros. Enseñó pasos de baile a las Kardashian.