El cómico Bill Cosby tiene intención de volver a los escenarios después de su salida de la cárcel, dictaminada en función de un acuerdo civil de 2005 que invalida el juicio en el que fue condenado por abusos sexuales.
“En su apariencia física está exuberante. En su estado mental está exuberante. En sus sentimientos y humor, está exuberante”, aseguró el representante artístico de Cosby, Andrew Wyatt, al diario Los Ángeles Times.
Según Wyatt, el cómico de 83 años quiere actuar en Estados Unidos, Canadá y Reino Unido y también pretende encabezar una campaña por la “reforma de la justicia” y el “sistema penitenciario” basada en sus propias experiencias.
En 2018 Cosby fue sentenciado a prisión después de que un juez de Pensilvania lo encontrara culpable de un delito de abusos sexuales contra la canadiense Andrea Constand. Se convirtió en el primer famoso encarcelado en la era del “MeToo”.
La semana pasada, la Corte Suprema del estado de Pensilvania (EE.UU.) anuló esa condena por un acuerdo civil previo que invalida el juicio y por el que Cosby, que reconoció los hechos, indemnizó a la víctima.
Más allá de su regreso a los escenarios, el cómico tratará de rentabilizar la atención mediática que ha recibido su caso con un libro, escrito por Frederick Williams, en el que narrará su paso por la cárcel, así como las estrategias utilizadas por sus abogados.
Además, según el Times, el cineasta Michelle Major prepara un documental de cinco episodios sobre la vida del cómico.
La reputación de Cosby está muy dañada ya que nunca ha sido declarado inocente y su salida de prisión se basa en un tecnicismo legal sobre el pacto al que cómico había llegado con un fiscal del distrito de Montgomery en 2005 para anular la condena.
El actor fue condenado en 2018 a un máximo de diez años de cárcel, de los que debía cumplir al menos tres, por haber agredido sexualmente a Constand, una de las más de sesenta mujeres que han denunciado al actor.
La víctima era entonces la entrenadora de baloncesto del equipo femenino de la Universidad de Temple, donde Cosby estudió y de la que él era un importante donante.
Pero en la sentencia de la semana pasada, la Corte Suprema de Pensilvania argumentó que Cosby no tuvo un juicio justo y no debió haber sido arrestado en 2015, cuando el nuevo fiscal del distrito de Montgomery (Pensilvania), Kevin Steele, descubrió nuevas pruebas que confirmaban que el actor había abusado de Constand.
Específicamente, lo que Steele descubrió fue un testimonio hasta entonces secreto de Cosby, en el que reconocía que daba a las mujeres unos sedantes antes de abusar de ellas.