Beyoncé acaba de lanzar su octavo álbum de estudio. Desde ya pinta a ser un álbum de gran fe para grandes premios en Grammy Awards.

Act ii Cowboy Carter llega tras el exitoso lanzamiento de dos singles principales en el Superbowl, “Texas Hold ‘Em'” y “16 Carriages”.

“Texas Hold ‘Em'” llegó en 9 géneros diferentes de las listas musicales de Estados Unidos. Entre ellos en los Charts de Pop, Hot AC, Country, Rítmica, Urbana y R&B.

De este modo Beyonce se convierte en la primera artista femenina negra en alcanzar el nº 1 de la lista Hot Country Songs. Ys el nº 1 de la lista Hot 100 con una canción Country. También estuvo cuatro semanas en lo más alto de las listas musicales del Reino Unido.

Cowboy Carter, producida ejecutivamente por Beyoncé, va de todos esos géneros, mas profundamente arraigados en el Country.

Conceptualmente, Cowboy Carter es presentado como la transmisión de una estación de radio ficticia en Texas. Algo como lo ya hecho anteriormente por Juan Luis Guerra con Radio Güira. En el de Beyoncé los cantantes country Linda Martell, Dolly Parton y Willie Nelson actúan como DJs.

Estamos hablando de una obra que redefine el posicionamiento de los músicos negros en el género country.

La propia Beyoncé aborda de lleno el género en “Daddy Lessons”, en su sexto álbum de estudio, Lemonade (2016).

Esta de ahora es una obra de una artista consciente de su libertad para expandirse y crear sin límites. No pide permisos a nadie. Los tiene por derecho propio. Desmonta falsas normas sobre la cultura americana.

Rinde homenaje al pasado, honra a los pioneros musicales del country, el rock, la música clásica y la ópera.

El álbum es una columna de sonidos que Beyoncé ama. Aquellos con los que creció. Aquellos que visitó en el Rodeo de Houston: Country, Rhythm & Blues original, Blues, Zydeco, y Black Folk.

El disco se envuelve de pura instrumentación en una auténtica y festiva mezcla de sonidos. Utiliza, entre otros, el acordeón, la armónica, tabla de lavar musical (washboard), la guitarra acústica, el ukelele bajo. También la pedal steel guitar, un Vibra-Slap, la mandolina, el violín, el órgano Hammond B3, el piano de clavijas y el banjo. No faltan las palmadas, los pasos de herradura, taconeos en suelos de madera y hasta sus propias uñas percutiendo.

MÚSICA SIN REGLAS LA DE BEYONCE

“La alegría de crear música es que no hay reglas. Cuanto más veo evolucionar el mundo, más siento una conexión profunda con la pureza”, ha dicho a través de una nota.

“Con la inteligencia artificial y los filtros y la programación digitales, quise volver a los instrumentos reales, y utilicé instrumentos muy antiguos”, reconoció.

“No quería algunas capas de instrumentos como cuerdas, sobre todo guitarras, y órganos perfectamente afinados”, dijo. “Mantuve algunas canciones crudas y me incliné por el folk”.

“Todos los sonidos eran tan orgánicos y humanos”, observó Beyoncé. “Cosas cotidianas como el viento, chasquidos e incluso el sonido de los pájaros y las gallinas, los sonidos de la naturaleza”.

Su inspiración tiene en cuenta, además, la cultura sureña y occidental más allá de la música, el Rodeo. Igual las películas del Oeste y las historias de los vaqueros originales.

Fue en el Rodeo donde vio por primera vez la diversidad y la camaradería entre la gente que ama la música Country. Así como un estilo de vida americana, impregnado de comunidad, ofertas culinarias, parrillas y ropa del Oeste. Y era para todos.

Entre la multitud había vaqueros negros, hispanos y nativos americanos, que aportaron su valiosa y auténtica contribución a la cultura. Sus historias son sinónimo de la historia estadounidense.

La música se envuelve en una apasionada y audaz narración que cautiva con la poderosa voz de Beyoncé en el centro.

LA VOZ DE BEYONCE COMO CENTRO DE TODO

Su voz hace brillar una luz cegadora sobre una narración impregnada de verdad. Revela historias ocultas y deleita con toda la magia que se busca cuando se emprende un viaje intencionado de vuelta a las raíces.

Beyoncé es una estudiosa de la historia, y continúa la clase magistral de música estadounidense que comenzó con act i Renaissance. En 2022 fue una inmersión profunda en la música de baile y sus creadores. La celebración de aquellos que vivieron con alegría a pesar de que se les hiciera sentir como marginales.

En Cowboy Carter persiste con audacia la obra de una artista que creó en sus propios términos, en ausencia de reglas. Las canciones acarician, acunan y estimulan la curiosidad del oyente a través de 27 regalos de sorpresas revolucionarias. Borra las limitaciones impuestas a la música basada en géneros.

Como productora, Beyoncé explora y experimenta con cambios de acordes y tonalidades sin esfuerzo. Combina lo inesperado para derribar cualquier muro de confinamiento musical.

Es una obra rara que puede albergar perfectamente remakes de clásicos como “Blackbiird” de The Beatles. En ella colabora con la emergente Tiara Kennedy, quien lloró al escuchar la canción por primera vez. Con ellas estuvieron también Brittney Spencer, Reyna Roberts y Tanner Adell.

Así mismo el tema “Jolene” de Dolly Parton. Y creaciones sónicamente diversas como “Sweet Honey Buckin”, “Riiver Dance” y “II Most Wanted”.

“Mi proceso normalmente es experimentar. Me gusta estar abierta para tener la libertad de sacar todo lo mejor de las cosas que me gustan y por eso he trabajado en muchas canciones”, manifestó.

“Grabé probablemente 100 canciones. Una vez hecho eso, soy capaz de unir el rompecabezas y darme cuenta de las consistencias y los temas comunes, y entonces crear un cuerpo sólido de trabajo” concluyó.

Posted in A & E, GenteEtiquetas

Más de gente

Más leídas de gente

Las Más leídas