La modelo y comunicadora es una de las figuras más controversiales del mundo del entretenimiento local
Lejos de las controversias a las que ha acostumbrado a la audiencia, en lo personal la modelo y comunicadora Amelia Alcántara se define como una persona dulce, familiar, fuerte, sensible y amiga del amigo.
Su nombre real es Estephanía, y a sus 31 años de edad prefiere mantener su círculo íntimo fuera de los medios. Fue criada por su madre, Daisy Alcántara, en Sabana Perdida. Su padre (fallecido) dejó a su progenitora embarazada, lo que la obligó a “lanzarse a la calle desde muy joven’’.
¿Cómo te preparaste para llegar a la radio?
Te voy a ser honesta, yo no concluí el bachillerato, por tal razón, no fui a la universidad. Recuerdo que tuve que dejar los estudios para trabajar y sostener a mi familia (madre, hermano y sobrina). Empecé a laborar como camarera en La Base Sport Bar, en el horario diurno, porque por mi edad no podía trabajar de noche.
Con una beca empecé a estudiar locución en la Escuela Nacional de Locución Profesor Otto Rivera, aunque no lo terminé, pero sí concluí la Maestría de Ceremonias, gracias a El Pachá.
¿Cuándo debutaste en los medios?
Recuerdo que llegué a los medios de comunicación hace unos 9 o 10 años, a través de un casting que hizo el canal 33 para el Poder de las 12, con “Bebeto” (Alberto Bernabé). Allí me eligieron como modelo, porque realmente yo no sabía hablar nada, pero siempre he sido atrevida y aprendí a jugar con la cámara, nunca he tenido miedo escénico. A partir de ahí, poco a poco me fueron dando oportunidades.
De ahí pasé a trabajar con Domingo y El Pachá, en el canal 9, donde me daban más oportunidades y luego empecé a trabajar en “Cero estrés”, con Masa (…) Yo vengo guayando la yuca… Salí de los medios y estuve ausente por unos tres años.
Gracias a una entrevista que hace tres años me consiguió el abogado Emilio López en el programa El Mañanero, volví a nacer en los medios.
Lo más lejos que yo tenía es que esa entrevista iba a dar tanto de qué hablar…
Si pudieras volver el tiempo hacia atrás, ¿qué cambiarías?
Sin pensarlo, estudiaría, me prepararía por completo, porque a raíz de no ser una persona preparada he pasado mucha vergüenza, humillaciones y bullying.
¿Por quién Amelia siente agradecimiento?
Por Santiago Matías (Alofoke). Gracias a él en mí hubo un antes y un después, porque cuando él me llamó para trabajar se arriesgó pese a que le decían que pusiera a otra figura. Él me propuso y gracias a eso tengo un trabajo fijo, estable y me he dado a conocer. Gracias a eso, se me han abierto muchas puertas. A Santiago yo lo tengo como el hombre que ha sido mi ángel de la guarda.
¿Cuánto te paga Santiago Matías?
Él me paga muy bien (risas), me paga por encima de los 50 mil y me da la oportunidad de tener mis anunciantes.
¿Cuál es la diferencia entre “Chapiadora” y prostituta?
Siempre lo he dicho, al igual que a todas las mujeres, me gustan los hombres detallistas, y ahora me han querido encasillar. Ser ‘chapiadora’ no es acostarse con uno por dinero, eso es ser prostituta. Yo me enamoro del hombre que me hace regalos. Siento que lo amo (risas).
Tu mayor humillación…
Recuerdo que me llamaron para un programa del canal 33, para laborar al mediodía, luego de varios años fuera de los medios, y un día antes revocaron la decisión, porque las chicas que trabajaban allí se reunieron y advirtieron que si yo entraba se iban todas. Eso me dolió, porque ya tenía todo listo para entrar. Eso mismo me pasó en Sábado Extraordinario, “me cortaron el palo”.
Nunca he cuestionado esa actitud, ni me interesa saber, porque cada quien da lo que tiene en su corazón. No creo que yo pueda ser competencia para ningunas, si todas son más profesionales que yo..
¿Amelia tiene pareja?
Hace unos cinco meses estoy tratándome con una persona, a ver qué pasa, porque he tenido malas experiencias en el amor. Me siento feliz con la persona que estoy, me acepta tal cual soy y disfruta mis ocurrencias. Por el momento es estable y espero que perdure.
¿Te ves casada en un futuro?
Toda mujer sueña con tener su familia y creo que yo no soy la excepción. Claro, hay que quemar etapas y hay que pasar a otras y esto va a pasar, por lo que me gustaría tener a mi familia y tener un bebé.
¿Cómo te visualizas en un futuro?
Empresaria. Mi sueño es poder tener un salón y una tienda de ropa para mujeres. Soy una mujer que todo lo que se propone lo ha conseguido.
¿Tienes pensado salir de los medios de comunicación?
Por el momento no, a mí me gusta mucho mi trabajo, estar frente a las cámaras, me gusta dar de qué hablar, porque la gente conoce de mí lo que yo he querido que conozcan.l
Teme a demandas
A mí por todo me quieren demandar, hay que ponerme ‘demandín’, y claro que le temo, porque cada vez que hay que verse ante un juez es una experiencia nueva”.
Los gastos legales
No me puedo quejar de Santiago Matías (Alofoke), él asume la responsabilidad y me pone sus abogados”.