Milagros Germán llegó al Ministerio de Cultura desde el 6 de septiembre de 2021, en reemplazo de doña Carmen Heredia.
Han pasado tres años, y cuatro meses justos, cuando la ministra de Cultura, aun en funciones, ha hecho pública su carta de renuncia, de la cual elCaribe tenía noticias desde hace tres semanas.
El desempeño de Germán, al frente de la cartera, no fue lo eficiente que se hubiera esperado. De hecho, su mejor momento fue a última hora, con la organización de la Feria Internacional del Libro del pasado mes de noviembre. Un éxito que hay que reconocerle con ovación. Y sin dudas un legado concreto que deja.
Para entonces, es decir, para la feria, era un hecho, ya que había la decisión de que saliera del Ministerio de Cultura. Ella había expuesto al presidente que deseaba continuar hasta finalizar la feria, un evento que inexplicable e innecesariamente se ha cambiado de fecha, con lo cual República Dominicana salió del calendario natural de las ferias del libro.
El presidente le habría propuesto una embajada como Italia y Gran Bretaña, pero ella rehusó, explicando que no deseaba vivir fuera del país.
Una verdad como un templo es que la conocida productora y animadora de televisión, que apoyó de manera decisiva a Abinader antes y durante la campaña de las elecciones que lo llevaron al palacio presidencial, contaba con el agradecimiento y la admiración del presidente, algo que no debe haber variado.
¿Quiénes se van, quiénes se quedan?
Con la partida de Milagros Germán de Cultura, se espera un gran movimiento de algunos de los principales funcionarios, dígase viceministros de Cultura. Por ejemplo, Bonny Cepeda, de quien se esperaba que él mismo renunciara hace tiempo, cuando, en contra de la política oficial del Gobierno, del cual aún hoy es funcionario, era contraria al apoyo que él le otorgó con su presencia y aplauso embebido de admiración al dictador Nicolás Maduro.
Probablemente, Giovanny Cruz, quien tiene bajo su mando la mayor cantidad de personal de la Cultura, y quien ha rescatado eventos como la Bienal de Artes Visuales y el Festival de Teatro, también saldría del organigrama de mando, y apelaría a su justa pensión por jubilación. De hecho, un viceministro que, según rumores, sí se quedaría, sería Gamal Michelén.
El momento sería excelente para un relanzamiento de la Política Cultural del país, con planes efectivos en áreas como las industrias culturales y sobre todo la cultura a nivel comunitario y de los municipios del país, entre otros.
La cultura dominicana debe ser centro de interés
El presidente Luis Abinader tiene en sus manos un momento excelente para colocar la cultura en el centro de interés del Gobierno. La identidad cultural está amenazada con desaparecer en 20 a 30 años, debido a factores múltiples.
Esto podría evitarse si comenzara ahora una política tendiente a robustecer los valores intrínsecos de la dominicanidad desde la escuela y el despliegue de un plan bien definido a nivel nacional, desde el Ministerio.