Desde cantantes hasta comunicadoras, varias figuras priorizan su rol materno ante su profesión
El día de celebrar a las madres está a un abrir y cerrar de ojos; una festividad que se convierte en mera excusa para resaltar las hazañas de las “dadoras de vida”, aquellas, a las que se hace difícil describir con palabras en su justa dimensión.
No cabe duda de que cada una es especial. Algunas, incluso, enfrentan el reto de criar y educar hijos solas, contrarrestado con una carrera artística tan demandante como su rol de cabeza del hogar y la familia.
Un ejemplo de esto es Fefita La Grande, quien se convirtió en madre de seis antes de cumplir los 30 años. “Mi juventud fue tener mis hijos; amamantarlos y criarlos con mucho esfuerzo, pasando de todo, hambre y muchos inconvenientes; siendo adolescente, de campo, sin estudios ni recursos”, narró la cantante.
Sin embargo, esto no fue un impedimento para ella enredarse en los intríngulis del mundo artístico e iniciar una carrera como merenguera típica y mejorar la calidad de vida de su familia. “No era nada fácil cuando uno de ellos se enfermaba”, dice, pero logró salir adelante, y cuando se ha dado oportunidades en el amor, sus hijos, su profesión y su pareja, han seguido ese mismo orden de importancia.
Milly Quezada, madre de tres, es otro caso. Recuerda que en medio del apogeo de “Los vecinos”, se ausentó mucho deel hogar por las giras artísticas, y tras el fallecimiento de su esposo y padre de sus hijos.
“El que más lo sufrió fue el pequeño, Rafael.En un ensayo de la universidad, dolorosamente, descubrí algo que escribió: -me he criado alrededor de una familia artística y famosa que viaja mucho; tuve que aprender a entretenerme solo en sus largas ausencias-, decía, y aunque era consciente del precio que ellos pagaban, leerlo en papel ponía en evidencia el daño que les hacía”, narró. “Pero la vida les ha demostrado quién he sido en su vida y no me lo guardan a mal”, agregó.
A la lista de madres solteras y luchadoras se suma Mariasela Álvarez, quien recuerda cuando regresó a la República Dominicana con dos de sus cuatro hijos. Como cabeza única de la familia, tuvo que esforzarse doblemente por el bienestar de sus vástagos. “En lugar de reprocharme las ausencias, para ellos y todos los demás, ha sido una escuela y un ejemplo el ver cómo se puede luchar contra todos los obstáculos para construir de cero una vida que no fuera menos de lo que ellos ya habían conocido”, sostuvo.
Por otro lado, las comunicadoras Luz García y Sharmín Díaz también han seguido el mismo principio: priorizar. La presentadora de Noche de Luz destacó que de esta manera ha logrado un balance exitoso entre su carrera y su hijo, no negociando ciertos eventos en la vida de él por nada, especialmente si es laboral.
Mientras que para Sharmín, el rol de madre soltera en estos tiempos es como ser “súper mamá”, puesto que entiende que las mujeres ejercen diferentes roles en la sociedad actual, donde equilibrar es determinante. “Mi prioridad es, y siempre será, darle calidad de tiempo a mi hijo y estar en capacidad de darle lo mejor que una madre soltera pueda brindar, sin descuidarlo nunca”, dijo.
Asimismo, la presentadora Elianta Quintero resalta la importancia de, como única presencia de autoridad en el hogar, compartir los momentos importantes en la vida de su hija y crear tradiciones y hábitos. Destaca,también, la comunicación con su padre para que no sienta que tiene “a papá y mamá” en una sola figura.
Fefita La Grande
Merenguera típica / Madre de seis
“A mis hijos pude criarlos con moralidad y seriedad. En ese tiempo las cosas no eran para nada fáciles, pero fui, soy y sigo siendo padre y madre. Yo me crié con unos padres muy serios, que había que hacer las cosas derecho y, en mi tiempo, era casi imposible poder llevar una carrera artística y tener unos hijos sola”.
Los sacrificios de madres e hijos en el espectáculo
Milly Quezada
Merenguera / madre de tres
“Mis hijos han pagado una alta cuota familiar para yo poder desarrollar mi profesión. Tener que echar la pelea por ellos en el campo laboral es un reto cuando eres su única fuente de sostén, sabiendo que el rol de madre en sus vidas es vital. Hay que ser valiente y escoger las batallas ”.
Horas robadas y recompensadas
Mariasela Álvarez
Comunicadora / madre de cuatro
“Para ellos es un orgullo tener una madre luchadora, que hace lo que sea por ellos, y eso vale más que las horas que les he quitado. Les dedico tiempo libre con mucha calidad, ya sea para conversar, divertirnos o vivir aventuras juntos; crear buenos recuerdos que sean únicos con nosotros”.
Priorizar es la clave
Luz García
Comunicadora / madre de uno
“Mi presencia como madre es de suma importancia para él. No importa dónde me encuentre siempre estoy pendiente a él, a sus responsabilidades y compromisos; incluso, muchas veces me ha tocado supervisar tareas por videollamadas, y cuando ha pasado, lo hablamos y él lo entiende”.
Madre en el siglo XXI
Sharmín Díaz
Comunicadora / madre de uno
“Ser mujer y madre en estos tiempos es algo diferente a lo que vivieron nuestras madres y abuelas en épocas atrás. Hoy tenemos distintos roles que desempeñar: ser profesionales, emprendedoras y madres; de ésta última, a diferencia de las demás, nunca nos quitamos el traje”.
Presencia y apoyo
Elianta Quintero
Comunicadora / madre de una
“Trato de que todas las actividades laborales sean cuando ella está en el colegio, que no sienta mucho mi ausencia. Sacrifico mucho, especialmente el tema del sueño. Son momentos que parecen tontos pero que son fundamentales para la comunicación efectiva y la confianza”.