García Cáceres fue reconocida con la Medalla al Mérito de la Mujer Dominicana 2019 por el Poder Ejecutivo en el ámbito deportivo
La atleta María Altagracia García Cáceres es un ejemplo de constancia y desarrollo en el judo dominicano.
Su primera medalla la obtuvo a los nueve años, en una competencia a nivel nacional, en la cual compitió en una categoría que no era la suya.
A pesar de su juventud, cuenta con excelentes récords y buen desarrollo a lo largo de sus más de 20 años de carrera deportiva, que la convierten en la única dominicana en dirigir una asociación de judo, además de ser un modelo a seguir para los deportistas, tanto dentro como fuera del país. Casada con Máximo Abreu, a quien conoció en el mundo del deporte, comenta que su prioridad es terminar la carrera de Relaciones Exteriores que cursa en la Universidad Apec, y dijo que “después que concluya mis estudios, quiero tener mis hijos, porque para eso hay que organizarse para que las cosas sean mejor”.
1. Nacimiento
Nací en La Vega, siempre fui una niña tranquila, de perfil bajo como ahora, siempre llevándome de los consejos de mis padres y de los adultos, tratando siempre de respetar a los demás. Aunque en la escuela no fui muy sobresaliente, siempre me mantuve perseverante, porque es un poco difícil hacer deporte y estudiar, pero tuve el apoyo de mis entrenadores, de mis padres y profesores, que me ayudaron muchísimo”.
2. Núcleo Familiar
Mi madre, Altagracia Cáceres y mi padre Miguel García, ambos fallecidos, fueron mi bastón, pero más mi madre, que fue la que me impulsó a ser lo que soy, a ella le agradezco eternamente, siempre estuvo conmigo en todos los momentos, fue el pilar fundamental de motivación, de aliento, de superación. Dios sabe cómo hace sus cosas, pero si fuera por mí, estaría ahora mismo conmigo. Ella falleció hace tres años, lamentablemente. Mi papa falleció hace un año, fue un hombre ejemplar, de familia, siempre pendiente de cada uno de nosotros, de nuestra alimentación y educación, dio todo por nosotros para que fuéramos quienes somos ahora. Estoy agradecida de Dios, porque me dio unos padres que los pude valorar y aprender muchas cosas positivas de cada uno de ellos. Somos seis hermanos, cuatro varones y dos hembras, soy la más pequeña de todos”.
3. Vista a la Capital
Empecé a venir a Santo Domingo, a partir del año 2000 a las bases de entrenamiento. En 2003 fui preselección de los Juegos Panamericanos que se celebraron en el país, pero por la edad no pude competir, tenía 15 años, la organización del evento no me lo permitió. Luego, en 2006 me radiqué en Santo Domingo para participar en el Campeonato Juvenil, celebrado en el país, el 13 de octubre de 2006, donde obtuve la medalla de bronce, la primera medalla mundial que tuvo el país en judo. Tuve la dicha de ser la primera medallista de judo a nivel mundial”.
4. Profesores
Me formé en esta disciplina con Rafael Hernández, a quien le viviré todo el tiempo agradecida, porque, no solo fue un entrenador, sino un amigo y un padre. No solo me formó como atleta, sino también en cuanto a lo que es la ética y los valores ante la sociedad dominicana. Luego de Rafelo, como le digo cariñosamente, pasé a la mano de Gilberto García, quien es el presidente de la Federación de Judo y secretario del Comité Olímpico, él fue también un gran apoyo para mí. He tenido la suerte de que ellos, no solo hayan sido mis entrenadores, sino que los considero como mis padres, los considero parte de mí.”
5. Entrenamiento
Viví dos años en Alemania, fue un viaje que me ayudó mucho, aunque también sufrí mucho, tenía 17 años, un país de personas y culturas diferentes, lloraba todos los días, tenía que subir una loma en una bicicleta cuatro veces al día bajo nieve, me perdía a cada rato, no sabía el idioma, era muy difícil, pero al mismo tiempo me daba ánimos, porque tenía mi objetivo claro, de llegar a los Juegos Olímpicos de Beijing 2006-2008. Ahí no obtuve medalla, porque me lesioné, pero quedé séptima olímpica. Después viví un año en España, buscando la clasificación olímpica de los juegos 2012, me fue mejor ahí por el idioma, tuve una buena participación, aunque tuve la mala o buena suerte de lesionarme la otra rodilla, por eso solo pude avanzar tres rondas, pero me siento contenta con los resultados que he tenido, porque han marcado la historia de la Federación Dominicana. A raíz de mi participación en esos juegos, se inició el Programa Universidad Club de Valencia Politécnica, un convenio entre las federaciones de Judo Dominicana y Valencia de Judo para que los atletas dominicanos se concentren en Europa, porque los viajes son muy costosos”.
6. Juegos Panamericanos
Participé en los Juegos Panamericanos 2007 y 2015, donde gané dos medallas de bronce para el país. Fue una experiencia inolvidable, tuve la oportunidad de representar el país junto a los mejores atletas de América Latina. Recuerdo que en una competencia en Argentina, hice un movimiento y la rodilla se me salió de su lugar, tuve que abandonarla, esa lesión me costó la gira, que comprendía también Perú, Chile y Uruguay. En ese entonces tenía la rodilla muy lastimada, nos preparábamos, también para los juegos de Toronto 2015. Me pasó también en 2014, cuando iba a competir en los juegos de Alemania, se me salió el codo de la mano derecha, fue difícil, porque no podía ni siquiera comer o peinarme, eso me sacó, también de las competencias en Polonia y Bulgaria”.
7. Lesiones físicas
He superado varias lesiones físicas, unas más fuertes que otras. Gracias a mucha disciplina y pasión, logré participar en varias competencias. He sido operada de la rodilla dos veces, una fue del menisco, me hicieron esa cirugía antes de los Juegos Centroamericanos y del Caribe de 2010, 2014 y 2016, tuve que competir toda lesionada, pero gracias a Dios obtuve medallas de oro, de plata y de bronce. Después me lesioné la otra rodilla, porque cuando uno forza una, siempre se lastima la otra, pero ésta vez, la lesión fue más grave, duré tres meses acostada sin poder caminar, tuve que hacer terapia, caminaba con muletas, luego con un bastón, fue algo muy difícil, pero es como siempre digo, cuando uno tiene su objetivo claro y sabe hacia dónde va, tiene la mano de Dios, de la familia y de gente que confía en uno, esos son obstáculos que siempre se logran superar. Entiendo que, esas lesiones son parte de mí, porque fue mucho mi esfuerzo, mucho sacrificio, muchos dolores. Las lesiones son las enemigas de los atletas, uno tiene que trabajar con ellas, pero cuando se tiene la mente fuerte, se puede lograr”.
8. Temor
Sentí mucho temor cuando me dijeron que tenía que operarme y hacerme un injerto de ligamento, tenía que durar casi un año sin competir, tuve mucho miedo, porque estaban cerca los Juegos Olímpicos de Londres, Inglaterra 2012, estaba clasificada para competir en esos juegos, si me operaba no iba a poder participar. Recuerdo que entrenaba más tiempo de lo estipulado, con mucho dolor, sacrificaba la comida, iba a terapia, pensaba que por qué Dios hacía eso, pero al mismo tiempo me decía, Él sabe por qué lo hace, seguramente me iba a ir bien, me decía que cuando viniera de los juegos me iba a operar. Luego de la competencia me operé, seguí compitiendo, gracias a Dios todo salió bien”.
9. Retiro
Me retiré hace dos años, pero no formal, mi madre había fallecido, entonces me dije que iba a dejar eso así. La muerte de mi mamá me marcó en mi retiro, ella estuvo muy enferma, pero aun así siempre estuvo aquí conmigo. A mi mamá la dializaban, recuerdo que la llevaba a dializar y venía a entrenar, luego la iba a buscar para traerla conmigo a la institución. Conviví mucho con mi madre, ella fue todo para mí. Pensaba hacer otro ciclo, pero como que no lo sentía, mi madre me hacía mucha falta, además tenía que recuperar dos años perdidos de entrenamiento, era un poco complicado, más en el judo que es un deporte muy exigente. Mi mamá lo era todo, el que no tiene a su madre no tiene nada, porque es un vacío muy grande que uno siente. ”.
10. Aportes
Creé la Fundación María García en 2016, trabajamos en el desarrollo de niños y niñas de escasos recursos que hacen deporte, la fundé, porque me siento comprometida con mi país, que me ha dado mucho, entiendo que es una forma de ayudar a jóvenes a que entiendan la importancia de hacer deporte. A través de la fundación realizamos charlas, talleres, visitamos los barrios vulnerables en busca de talentos para ver en qué área deportiva podemos insertarlos. También creamos el programa Transformación Positiva, a través del Deporte”, que va en conjunto con la fundación, con el cual se dedica a estimular y apoyar a los jóvenes en su formación en la práctica deportiva, igualdad de género y en valores, que tanto se ha perdido en nuestra sociedad; y en particular en campañas contra el cáncer de mama y en favor de la vida. Soy entrenadora internacional por la Federación Internacional de Judo, también de la Comisión de la Academia Militar de Judo y tengo tres meses trabajando en el Ministerio de Deportes, ahí sirvo de enlace para canalizar las necesidades de los atletas y hacerlas llegar al despacho del ministros, Danilo Díaz. Tengo un proyecto con la vicepresidenta, Margarita Cedeño, a través de la fundación, lo cual entiendo que es una buena oportunidad para poder seguir desarrollándome en el ámbito profesional”.
Reconocimientos
Durante mis más de 20 años de carrera deportiva he sido merecedora de diferentes reconocimientos nacionales e internacionales. Fui reconocida cuando logré la primera medalla en la disciplina de judo al deporte dominicano en 2006, tras ganar bronce en el Campeonato del Mundo de Judo Junior. En ese mismo año, obtuve tres medallas de oro en los Juegos Deportivos Nacionales. He sido reconocida por el Comité Olímpico Internacional por ser atleta olímpica, aparte de eso también fui reconocida por mi provincia de La Vega, que me reconoció por ser una atleta meritoria y aportar a la sociedad. También, la Cámara de Comercio me entregó un reconocimiento. Es un honor para mí haber sido reconocida por el Ministerio de Deportes, el Comité Olímpico, por el CRESO, que es una entidad formada por empresarios dominicanos que aportan para el desarrollo de los atletas. El más reciente me fue la Medalla al Mérito de la Mujer Dominicana 2019 en el ámbito deportivo, el pasado ocho de marzo, otorgado por el Poder Ejecutivo, entre otras muchísimas entidades, que, a través de estos reconocimientos, hacen que uno siga aportando su granito de arena en favor del desarrollo del país.
Presencia
A mi mamá la dializaban, recuerdo que la llevaba a dializar y venía a entrenar, luego la pasaba a buscar para traerla a la institución. Conviví mucho con mi madre, ella fue todo para mí.
Opinión
Entiendo que las lesiones que he sufrido son parte de mí, porque fue mucho mi esfuerzo, mucho sacrificio, muchos dolores. Las lesiones son las enemigas de los atletas.
Como familia
Rafael Hernández y Gilberto García, no solo fueron mis entrenadores, sino que los considero como mis padres, les agradezco eternamente”.
Perseverancia
He superado varias lesiones físicas, unas más fuertes que otras. Gracias a mucha disciplina y con pasión, logré superarlas todas”.