Dulce Medrano: “Donde quiera que voy llevo un mensaje de cuidado a los recursos naturales”
Dulce Medrano: “Donde quiera que voy llevo un mensaje de cuidado a los recursos naturales”

Dulce Esperanza Medrano Pimentel fue reconocida con la Medalla al Mérito a la Mujer Dominicana en el año 2019

La filantropía participa en la construcción de la ciudadanía y eso es lo que a lo largo de su vida ha realizado Dulce Esperanza Medrano Pimentel, pues recuerda que, siendo pequeña buscaba las niñas y niños de los vecinos y se constituía como su profesora.

Como integrante de varias asociaciones en su natal San José de Ocoa, ha realizado un trabajo extraordinario a favor de las mujeres, a las cuales formó en cómo crear grupos y mejorar la calidad de su alimentación con el cultivo de frutas y vegetales. Además, implementó un plan de alfabetización que benefició a más de 80 mujeres quienes aprendieron a leer y escribir, y posteriormente fueron capacitadas en temas de violencia, compartiendo con ellas el concepto de género, sus características y sus manifestaciones en la sociedad.

  1. Recuerdos de infancia
    Mi infancia fue una etapa privilegiada, con unos padres llenos de amor, responsabilidad y de buen comportamiento en la familia, con los vecinos y en los diferentes barrios donde nos tocó vivir. Disfruté de una alimentación adecuada, halagos de manera permanente, siempre hubo un espacio para jugar, conversar y pasear dentro y fuera del pueblo, en especial con mi papá. Las atenciones y cuidados que recibía en momentos de enfermedad son recuerdos inolvidables y de incalculable valor. Recuerdo con alegría los días de Reyes, buscaba con afán yerba, cigarrillos y dulces para que se los llevaran a cambio de regalos. Cuando despertaba buscaba con inquietud lo que me dejaban en la cabecera de la cama. Otro recuerdo que guardo de mi niñez es que mis padres me enseñaron a no tomar ni poner la mano a cosas ajenas”.
  2. Su familia
    Mi papá Sergio Medrano, ya fallecido, era una persona afable, de buen trato, tranquilo, amoroso… Mi madre Cándida Rosa Pimentel era ama de casa, siempre preocupada por el bienestar de sus hijos al igual que papá. Éramos 10 hermanos, pero fallecieron tres, Mercedes, María Yvelisse y Santa Rosa, quedamos vivos Copérnico, Sergio Bienvenido, Ramón, Orlando, Manuel, Ana Sulia a quien le decimos Chila, Barquiria, Nurys, Nilvia, Milagros e Iris. Somos una familia unida, nos llevamos muy bien. El fallecimiento de mis hermanas son momentos dolorosos, aunque nos dejaron recuerdos imborrables en sus hijos e hijas, ellos siempre participan en las actividades familiares que realizamos y aunque añoramos las pérdidas de ellas, lo suplantamos con sus hijos”.
  3. Estudios y sana convivencia
    Realicé mis primeros estudios en la escuela pública del pueblo, luego en la escuela Luisa Ozema Pellerano, fueron tiempos hermosos, de sana convivencia, amistades sinceras que aún conservo, aunque algunos de ellos han partido a la eternidad. Recuerdo con cariño a mis profesores, su rectitud, su amor por lo que hacían, su legado de valores… No olvido a mi primera maestra, doña Amanda Pimentel, tenía una escuelita en el patio de su casa con sillas y mecedoras pequeñas, nos brindaba en el recreo arroz con leche, jugos y otras golosinas. Cursé la secundaria en el Liceo José Núñez de Cáceres, después me inscribí en la Universidad Pedro Henríquez Ureña (UNPHU), donde habían abierto un programa dirigido a profesores en varias áreas de la educación y quería prepararme en el área de la psicología, sentía que podía hacer un mejor trabajo con los maestros, los estudiantes, sus padres y madres y así contribuir a una formación más eficiente. Trabajaba en la semana y viajaba los sábados a Santo Domingo para tomar las clases en la UNPHU, donde me gradué de licenciada en Orientación Escolar. Gacias a esa titulación me designaran orientadora del Liceo José Núñez de Cáceres”.
  4. Participación
    En 1994 fue organizada y desarrollada la Primera Feria de la Salud de la provincia, en la que participaron médicos no solo de Ocoa, sino también de Santo Domingo. A través de la ADESJO se realizó el taller-seminario Integración de Programas en el Manejo de Recursos Naturales Renovables para el Desarrollo Humano, como vicepresidenta del Comité Pro-Casa para Padres gestionamos techos para comunitarios de escasos recursos de los campos y barrios de Ocoa. Esas actividades las organizaba con entusiasmo, con el deseo de ayudar a los más desprotegidos. En algunos casos tenía que tomar las riendas, ya que algunos de los funcionarios no podían estar presentes por situaciones especiales y me tocaba a mí la responsabilidad”.
  5. Grata experiencia
    Me inicié como profesora en la Fundación Ecológica Ocoeña, formada por un grupo de personas preocupadas por la situación del medio ambiente, todas relacionadas con la ADESJO. La primera directiva tuvo como presidente al ingeniero agrónomo Carlos Mejía Duvergé, junto a otros ambientalistas ocoeños como el doctor Ricardo Velázquez, su esposa la doctora Lourdes Henríquez, el ingeniero agrónomo Carlos Bonilla y Manolo Féliz, entre otros. Mi experiencia en esa institución fue llevar el mensaje de la reforestación a los locales educativos donde trabajaba, participé en la siembra de árboles en las comunidades de El Pinar, la entrada de Ocoa, riberas del río Ocoa, La Vuelta de la Paloma, la toma de agua en Parra, Tatón, entre otras. Realizamos charlas y talleres en las comunidades, visitábamos las emisoras locales para llevar mensajes sobre el cuidado de las plantas y su importancia para los seres humanos. Un momento inolvidable fue un rally de motocicletas que hicimos en varias comunidades rurales en las cuales reforestamos, compartimos con los lugareños su comida y sus experiencias”.
  6. Gran satisfacción
    Tan pronto terminé el trabajo en las comunidades rurales, me designaron como orientadora en el Liceo José Núñez de Cáceres para trabajar en el Programa de Estudiantes de la Reforma en la intermedia y bachillerato, sustituí a la orientadora Fior Pujols que la habían trasladado a Santo Domingo. En ese momento algunos cuartos de bachillerato no contaban con orientadoras, así que también los apoyaba en horas de la tarde con la asignatura Formación Humana. Saber que pudimos mejorar la conducta de alguien, encauzarlo por otros caminos y encontrarlos por las calles y que nos recuerden con cariño y agradecimiento es una gran satisfacción”.
  7. Desafío
    Antes de que me ubicaran en el Departamento de Orientación en el liceo José Núñez de Cáceres, llegó de la Secretaría de Educación un proyecto para desarrollarlo en las comunidades rurales y en ese intervalo de tiempo hice esa tarea, pero no por mucho tiempo. Esa experiencia resultó para mí algo nuevo, pero desafiante, pues tenía a mi cargo la supervisión de cinco escuelas de una misma zona, desde El Naranjal hasta Arroyo Hondo, con visitas, reuniones, observación en el proceso de enseñanza-aprendizaje, además hacer informes de cada una de las escuelas satélites. Tenía que ir a comunidades altas sin carreteras, algunas con carencia de vehículos, escarpadas montañas que cuando llovía era muy difícil penetrar a ellas, pero teníamos que llegar aunque fuera a pies. Recuerdo que cuando íbamos por caminos mojados y cenagosos me agarraba de las manos de los demás maestros, en esa comunidades rurales pude apreciar la vida de las personas, la pobreza y su lucha por su sobrevivencia”.
  8. Gremio
    Un grupo de hombres y mujeres con la orientación de la iglesia católica, bajo la dirección del recordado y valorado padre Luis Quinn formamos la Cooperativa Paraíso Recobrado, orientada a la importancia del ahorro. Realizábamos asambleas para cambiar de directiva cada año, en esa agrupación aprendí a ahorrar aunque en ese tiempo solo podía llevar 25 pesos. También aprendí hacer planes de gastos. Hoy día aún tengo como costumbre de reflexionar si puedo o no hacer determinados gastos. Igualmente creamos la Sociedad Lazo Fraternal, que surgió poco tiempo después de entrar a trabajar a la Escuela Luisa Ozema Pellerano en 1967, bajo la dirección de doña Geña Sánchez de Freites. Fue para mí un honor que el personal me eligiera como su presidenta, recuerdo que aprovechábamos las reuniones para plantear las necesidades de la escuela y conversar sobre las situaciones y carencias de nuestras compañeras. Eso nos permitió más que compañeros de trabajo, ser como una familia. Ni el tiempo ni la distancia nos han separado, por lo que doy gracias a Dios cada día”.
  9. Un gran equipo
    Como vicepresidenta de la ADESJO, presidida por el padre Luis Quinn, en ese entonces me designaron encargada del Departamento de la Mujer. Formamos un equipo orientado a trabajar con las áreas de educación, producción y salud en favor de las mujeres, la formamos para crear grupos y mejorar su calidad de alimentación, implantamos un plan de alfabetización y las capacitamos en temas de violencia. Realizamos ese trabajo en siete comunidades rurales y en cinco barrios periféricos, fue exitoso para el país y muy apreciado por organismos internacionales como OXFAM, Servicio Alemán de Cooperación Técnico (GTZ) y el gobierno dominicano”.
  10. Agradecida de Dios
    Soy divorciada, tengo tres hijos, una hembra y dos varones. Mi primera hija vive en Ocoa, el segundo en Santo Domingo y el tercero en los Estados Unidos, ellos son muy respetuosos y cariñosos conmigo. Doy gracias a Dios que han mostrado responsabilidad frente a las tareas que les ha tocado vivir, se muestran agradecidos por la forma en que los crié, siempre recuerdan y hablan de las atenciones que tuve con ellos. También tengo la dicha de disfrutar de mis nietos”.

Experiencias educativas

“Una de mis experiencias educativas que me ha ayudado a fortalecer los conocimientos en mi diario vivir ha sido el curso de Administración en el Área de Análisis Organizacional en la Universidad de Nuevo México en 1982. Me envió la Secretaría de Educación. También el seminario sobre Políticas de Proyectos y Empresas Asociativas, enviada por el Servicio Alemán de Cooperación Técnico Social (DED) en 1986, y por la ADESJO, a través del cual también realicé el seminario sobre Resultados de Investigación de la Mujer Campesina y Técnicas Rurales P. A. F. en 1986. Mediante Junta para el Desarrollo de San José de Ocoa hice el seminario de Economía Social en la Isla de Guadalupe en 1993. En Panamá participé en el curso sobre género Una perspectiva en Latinoamérica en 1995 y en el Diplomado Vínculo VIH-Sida y Violencia en 2017, Azua de Compostela. Además fui coordinadora del Centro Mujer y Participación (Cedemur) participé en la elaboración de tres carpetas educativas sobre el concepto de género, la división sexual del trabajo y la autoestima”.

Remembranza
Otro recuerdo que guardo de mi niñez es que mis padres me enseñaron a que nunca tomara ni pusiera la mano a cosas ajenas”.

Añoranzas
El fallecimiento de mis hermanas fue un momento doloroso, aunque nos dejaron recuerdos imborrables en sus hijos e hijas”.

Orgullo
Mis hijos son muy respetuosos y cariñosos conmigo, doy gracias a Dios que han mostrado responsabilidad frente a las tareas que les ha tocado vivir”.

 

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