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El mundo del teatro ha perdido a una de sus figuras más brillantes. Gavin Creel, conocido por su trabajo en icónicas producciones de Broadway, falleció a los 48 años en su hogar de Manhattan.
Su pareja, Alex Temple Ward, confirmó la noticia, que ha dejado a la comunidad artística en estado de shock. Creel luchó contra un sarcoma melanótico metastásico de la vaina del nervio periférico, una enfermedad rara que le diagnosticaron el pasado verano.
Un legado artístico y social
Desde temprana edad, Creel mostró un gran interés por la actuación. Realizaba pequeñas presentaciones para sus hermanas en casa, y aunque la natación fue una de sus primeras pasiones, pronto se inclinó hacia el arte dramático.
Se graduó en Bellas Artes en la Escuela de Música, Teatro y Danza de la Universidad de Michigan, donde sentó las bases de una carrera que abarcó más de tres décadas.
El debut de Creel en Broadway se produjo en 2002 con el musical Thoroughly Modern Millie, que le valió su primera nominación al Tony.
Este éxito inicial lo llevó a participar en otras producciones emblemáticas como La Cage aux Folles, Hair, She Loves Me, Into the Woods y Hello, Dolly!. Su última actuación en Broadway tuvo lugar en la reposición de Into the Woods en 2022, donde continuó deslumbrando a su audiencia.
Un activista comprometido
Además de su destacada carrera actoral, Gavin Creel fue un ferviente defensor de los derechos del colectivo LGTBI. Fundó la organización Broadway Impact, dedicada a apoyar el matrimonio entre personas del mismo sexo, que era ilegal en Estados Unidos en aquel entonces.
En 2009, Creel jugó un papel crucial al persuadir al elenco de Hair para que participara en una marcha en defensa de los derechos de la comunidad homosexual, demostrando así su compromiso con causas sociales.
Reflexiones finales
La muerte de Gavin Creel representa una pérdida significativa para el teatro y la comunidad artística en general. Su legado no solo vive en sus memorables actuaciones, sino también en su inquebrantable defensa de los derechos humanos.
La comunidad teatral lo recordará no solo como un talentoso actor, sino también como un individuo que dedicó su vida a la lucha por la igualdad.
