Con cuatro casos registrados en los últimos 20 años queda desmoronada la famosa y muy propagada tesis de que una competencia de tres partidos fuertes genera una segunda vuelta, de forma casi obligatoria y automática. Ya hay cuatro experiencias desde el 2004. Los resultados llaman a analistas y a actores políticos a borrar una premisa fallida. A los que sigan creyendo en la falsa teoría se arriesgan a que les endilguen, y con razón, una frase de moda en esta época: Ni mirando, aprenden.
Casos PRSC, FP y PLD
Lo que sí quedó confirmado es que, cuando hay tres partidos principales, el que cae temprano en el tercer lugar, sufre al final un desplome por la movilidad del voto hacia los que tienen chance. Pero lo interesante es verificar qué le ocurre a ese partido después de ese pobre desempeño. Al PRSC le ocurrió en el 2004 y en el 2008, y ese fue el principio de su fin, porque aunque se mantiene vivo, nunca logró recuperarse del todo.
El partido Fuerza del Pueblo, con Leonel Fernández como candidato sacó menos de dos dígitos en el 2020, pero era su primera participación y a partir de ahí comenzó a crecer, como lo muestran los resultados obtenidos en las municipales de febrero del 2024 y luego en las presidenciales y legislativas. Vistos estos dos casos, la pregunta que surge es si el PLD podrá resistir y levantarse luego del desplome sufrido en los pasados comicios.
Reto morado
Que el PLD pueda lograr o no un relanzamiento depende de muchos factores, algunos de ellos en manos de los morados, pero otros son externos. El PLD tiene el material humano para realizar una verdadera renovación que conduzca el relanzamiento. Juan Ariel Jiménez y José Dantés, entre otros, son los más mencionados cuando se habla de rostros frescos, pero también tendrían un rol fundamental figuras con algo más de trayectoria, como Francisco Domínguez Brito, Margarita Cedeño, Andrés Navarro y el propio Abel Martínez. En todo caso, se entiende que será un proceso a largo plazo.