La decisión del presidente Luis Abinader sobre la posible búsqueda de otro periodo, y los aprestos de una alianza electoral entre los dos principales partidos de oposición, dominan actualmente el escenario político, porque la definición de ambos temas impactará el proceso electoral. A este punto, casi todos dan por seguro que tanto la repostulación del mandatario como la alianza opositora se harán realidad, pero los detalles de ambos hechos son los que han generado expectativas.
El “sí” de Luis
A partir de hoy, el presidente tiene siete días para tomar una decisión sobre su repostulación, o para anunciarla, en caso de que lo haya decidido, que es lo lógico a estas alturas. Las apuestas a que dirá que sí son abrumadoras. El que crea que no, es porque es lelo o porque tiene más informaciones que el resto de la población. Lo cierto es que en el escenario que se le presenta a Abinader, sin obstáculos legales, con un partido unificado, y con altos niveles de popularidad, lo lógico es que se lance por un segundo periodo. Salvado el tema del relato, lo que estaría por verse es la forma en que comunicará su decisión y el escenario escogido. En cuanto al tiempo, se habla del 16 de agosto, lo que es una elección comprensible, porque se trata de una fecha emblemática y porque estaría haciendo el anuncio pocas horas antes del cierre del plazo, y una dosis de suspenso, en estos casos, no cae mal.
Avances y retrocesos de la alianza
La alianza entre PLD, Fuerza del Pueblo y PRD parece avanzar aunque son visibles ciertos incidentes en el proceso de negociación. Algunas figuras, sobre todo del litoral morado, como Carlos Amarante Baret y Gustavo Sánchez, han dicho públicamente que la alianza debe incluir las principales demarcaciones del país, algo que supuestamente se ha descartado en la mesa de negociaciones. Otro que no luce muy contento, e incluso evadió ayer el tema, es Miguel Vargas. Se dice que su disgusto tiene que ver con el manejo que le han dado al asunto algunos voceros oficiosos.