En la pasada semana, la Mesa Sísmica Dominicana, que es el mayor conglomerado interinstitucional dedicado al estudio permanente de los riesgos sísmicos que amenazan al territorio nacional, y que trabaja permanentemente para establecer políticas públicas que contribuyan a reducir nuestras vulnerabilidades sísmicas y aumentar nuestra resiliencia, y donde participan la Oficina Nacional de Evaluación Sísmica y Vulnerabilidad de Infraestructuras y Edificaciones (ONESVIE), el Servicio Geológico Nacional (SGN), el Centro Nacional de Sismología (CNS), la Dirección General de Reglamentos y Sistemas del ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC), la Dirección de Ordenamiento Territorial del ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo; la Dirección General de Gestión Ambiental y de Riesgos del ministerio de Educación (MINERD), el Asesor Científico del Poder Ejecutivo en materia de Geociencias, Sismicidad y Prevención de Desastres, el Asesor del Poder Ejecutivo en materia de Geología Minera, la Sociedad Dominicana de Sismología e Ingeniería Sísmica (SODOSISMICA), la Sociedad Dominicana de Geología (SODOGEO) y el Observatorio Sismológico del Instituto Politécnico Loyola, dio a conocer al país, mediante un bien sustentado comunicado, sus preocupaciones por los peligrosos asentamientos humanos informales que cada día se expanden sobre los taludes verticales de la franja verde ubicada en la avenida del Zoológico, comprendida entre la Av. Tiradentes y la Av. De La Vega Real, por la cual atraviesa la cañada del Zoológico, la cual, por ser una zona verde de vital importancia ambiental, fue declarada por el Plan de Ordenamiento Territorial del Distrito Nacional como ZONA NO URBANIZABLE.

Y es que toda esta franja vecina a la cañada del Zoológico fue declarada por el Plan de Ordenamiento Territorial del Distrito Nacional (POT), en su mapa de clasificación del suelo, como zona vulnerable ocupada, debido al extraordinario crecimiento urbano desorganizado, donde todas las construcciones están fuera del marco de la normativa de construcción vigente, y donde las obras allí construidas presentan un alto grado de vulnerabilidad física, agravado por la pronunciada pendiente de taludes que no fueron diseñados y cortados pensando en que tendrían que soportar el peso de centenares de casas que hoy ocupan su tope, y agravado también por las condiciones geológicas de un subsuelo constituido mayormente por calizas margosas y arcillas calcáreas, todo lo cual se conjuga para producir un alto riesgo de deslizamientos por amplificación de las ondas sísmicas al momento de un gran terremoto, o bajo lluvias torrenciales de vaguadas o tormentas, problema que aumenta y se agrava al sumar las condiciones de hacinamiento de sus pobladores y su total desconocimiento de los peligros que les acechan, pues algunas viviendas informales de concreto están justo al borde del tope del talud, apoyadas en columnas sin muros de cortante, y con pisos superiores en voladizo que proyectan su centro de gravedad hacia afuera del talud, aumentando su momento angular de vuelco.

Por ello, vista la Ley 64-00 sobre Medio Ambiente y Recursos Naturales, vista la Ley Orgánica 1-12 de la Estrategia Nacional de Desarrollo, vista la Ley 147-02 sobre Gestión de Riesgos, y sus Decretos de Reglamentación 874-09 y 932-03; visto el Plan de Ordenamiento Territorial 2030 del Distrito Nacional (POT-DN), y la Ordenanza Municipal No.09/2019, d/f 10-06-2019; vista la Ley 176-07 del Distrito Nacional y los Municipios, visto el Marco Sendai para la Reducción de Riesgos de Desastres 2015-2030, y vistos los resultados del Estudio de la Amenaza Sísmica y Vulnerabilidad Física del Gran Santo Domingo, la Mesa Sísmica Dominicana ha declarado que: “El área verde ubicada en la avenida del Zoológico Nacional, entre la Av. Tiradentes y la Av. De la Vega Real, con una extensión de 79,687.98 metros cuadrados, y que en el Plan de Ordenamiento Territorial del Distrito Nacional (POT-DN), y en el Mapa de Clasificación de Uso de Suelo del Distrito Nacional, fue declara como zona no urbanizable, debe ser mantenida tal y como fue originalmente designada, siendo esa la razón por la cual solicitamos al Ayuntamiento del Distrito Nacional, y al ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales, su intervención y protección inmediata, ya que dicha zona verde está siendo ocupada sigilosamente, multiplicando la vulnerabilidad y la posibilidad de un desastre, ante lo cual declaramos esa franja como Zona Altamente Vulnerable, por lo cual, los emplazamientos de asentamientos humanos deben ser totalmente restringidos”.

En nuestra condición de Asesor Científico del Poder Ejecutivo en materia de Geociencias, Sismicidad y Prevención de Desastres, y en nuestra condición de miembro de la Mesa Sísmica Dominicana, respaldamos y firmamos esta declaratoria de la Mesa Sísmica, y en tal virtud acompañamos a los demás miembros de la Mesa en una rueda de prensa donde planteamos, a la prensa y al país, la realidad de esta peligrosidad que cada día expande su vulnerabilidad sin el conocimiento de la mayor parte de nuestra sociedad, y sin que la autoridad municipal asuma el tema con la debida objetividad para la protección de esa comunidad que, por sus condiciones de marginalidad y por su desconocimiento de la alta peligrosidad, diariamente suma ingredientes que aumentan su vulnerabilidad.

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