Caracas. Venezuela enfrentó ayer una nueva prueba con la elección de 23 gobernadores, y aunque en los comicios la oposición lucía como favorita para ganar la mayoría de los cargos, la oficialista Asamblea Constituyente anunció más tarde que exigiría la subordinación de las autoridades regionales.
Hacia el final de la jornada, el presidente Nicolás Maduro afirmó en una breve declaración que ofreció desde el palacio de gobierno: “Tenemos el triunfo en las manos”. Y aunque no ofreció cifras, el mandatario indicó que la participación en estos comicios es superior a las elecciones regionales de 2012, cuando se reportó una abstención de 46.9%.
Por su parte, el exsecretario ejecutivo de la coalición opositora, Ramón Guillermo Aveledo, se mostró confiado del desarrollo del proceso y dijo en conferencia de prensa que la votación representaba una “gigantesca victoria popular de dimensiones históricas”.
La votación comenzó a las seis de la mañana y se extendió por 12 horas debido a la presencia de electores en las filas de los centros. Unos 18 millones de venezolanos fueron convocados para elegir a los gobernadores de estados que en su mayoría han estado bajo el control del oficialismo durante más de una década. En esta oportunidad no se realizarían comicios en la capital debido a que allí solo hay alcaldes.
El ministro de Defensa, general en jefe Vladimir Padrino López, informó durante la tarde que hasta ese momento se habían reportado 26 casos de delitos electorales de personas que destruyeron el material o la máquina de votación, o que presentaron una cédula de identidad falsa. Padrino López le restó importancia a los incidentes y dijo a la prensa que tuvieron un impacto “neutro”.
Las tensiones se crisparon cuando arribó al lugar para votar el candidato opositor de la gobernación de estado central de Miranda, Carlos Ocariz.
Capriles: la oposición va en las peores condiciones
Aunque las proyecciones indican que la coalición opositora ganaría la mayoría de las gobernaciones, el dirigente Henrique Capriles admitió que van al proceso en las “peores condiciones” ante las acciones del Consejo Nacional Electoral (CNE), que a última hora reubicó 274 centros de votación en los que la oposición había ganado en el pasado.