Nos centramos ahora en el Reconocimiento y el Clima Emocional Positivo. Dedicar espacio al reconocimiento positivo de manera grupal; al igual que la escuela abierta, donde los padres se ponen al corriente sobre el desempeño y comportamiento de sus hijos, estratégicamente es razonable. Hacer con los estudiantes una especie de aula abierta, en este caso dentro de las mismas horas de clases, donde el maestro puede manifestarles los logros alcanzados, felicitarles y motivarlos a seguir adelante. Como recurso el docente se sirve de un registro donde puede plasmar estos logros y presentarlos periódicamente o el día que se establezca. Todo esto con el propósito de llevar al alumno a un compromiso consigo mismo, con los compañeros y con la institución en términos de rendimiento y conducta. Así se podría modelar comportamientos positivos estructurando la cooperación hacia el logro de metas comunes.
Asimismo, crear un clima emocional positivo en la escuela. Es una muy buena estrategia realizar actividades en las que los estudiantes tengan una participación activa; es decir, que sean ellos mismos quienes jueguen el papel protagónico para fomentar un clima adecuado en la institución. La idea es que dentro del calendario escolar se incluyan estas actividades o bien se promuevan de manera explícita las condicionantes para un ambiente agradable. Diseñar un programa integral donde todos los miembros del centro trabajen en conjunto para evitar y solucionar el acoso escolar. Demostrar con nuestras acciones que valoramos a cada uno de los estudiantes. De esta manera se estaría haciendo hincapié proactivamente contra el acoso creando una nueva cultura estudiantil donde no se correspondan las conductas de instigación y/o agresión.
Referencia
• David, S (2008) “Crecer sin miedo: Estrategias positivas para controlar el acoso escolar”, Bogotá, Ed. Norma. l
