La última vez que Albert Pujols bateó para .300 o más fue en la campaña de 2010, su penúltima en San Luis, aún era uno de los “terrores de los mares” de MLB, un señor garrote que en esa contienda fue líder en jonrones (42), remolcadas (118) y anotadas (115) de la Liga Nacional.
El Jugador Más Valioso de esa campaña fue Joey Votto, de Cincinnati. El presidente de los Estados Unidos era Barack Obama, en su primer período. En la República Dominicana, gobernaba Leonel Fernández, su segundo mandato en línea de tres que ha tenido.
Ha llovido bastante desde esa temporada en la que el primera base y designado de los Angelinos tuvo un promedio de .312. En la contienda siguiente se quedó en .299 y desde entonces, su promedio ha descendido a unos niveles que existe una preocupación legítima de que, en varios años, siempre y cuando esté activo, baje de los .300.
Al inicio de la actual estación, batea para .305. Si no me falla la memoria, llegó a estar por encima de los .325. Pero batear para .244 (2015) y .241 (2017), entre otros años de bajo rendimiento en ese encasillado, ha provocado que descienda.
No quisiera verlo fuera de la llamada “marca de fábrica” de los .300. Hemos visto pocos bateadores como Albert en la historia de las Mayores. En 18 campañas, no se ha ponchado 100 veces en una campaña y resulta que se dirige a los 3,000 imparables, de los cuales 615 son cuadrangulares. Tiene 1,921 impulsadas.
Solo hay dos mortales con 3,000 o más imparables, 600 o más jonrones y 2,000 remolcadas: Hank Aaron y Álex Rodríguez. Aaron bateó para .305 y Rodríguez para .295.
Espero que Albert piense menos en la pared y busque más imparables. No es que su promedio subirá, pero al menos evitará acercarse a una frontera delicada. Que proteja su .300.
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Aaron Boone, el dirigente de los Yanquis, comenzará a sentir desde hoy el peso de la prensa en Nueva York…Tendrá muchas preguntas, más que las de ayer…Edwin Encarnación fletó dos planazos ayer…En salud, es candidato a 40…La bienvenida para Reporte de las Mayores…La hace “un paí” mío, que es duro en la casa y en la ruta…