Los tambores de guerra que suenan nuevamente en el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) no son nuevos. Ese partido ha tenido ocho grandes crisis en sus casi 44 años de historia y hasta ahora ha logrado superar y cosechar éxito.
El PLD, fundado el 15 de diciembre del 1973 por el profesor Juan Bosch, cinco años después, en el 1978 tuvo que enfrentar la salida de su secretario general, Tonito Abreu, y otro grupo de dirigentes entre los que figuran Euclides Gutiérrez, Rafael Kasse Acta y Franklin Almeyda, luego retornaron al PLD.
En el 1983 fueron expulsados cinco miembros del Comité Central encabezados por los hermanos José Antinoe y Alberto Fiallo y varios miembros de ese organismo renunciaron. En el 1984 otra crisis se vivió en el PLD con la salida del entonces secretario general, Rafael Alburquerque, que en ese entonces fundó el partido El Pueblo Dominicano.
Renuncia de Bosch por grupismo
Luego del Cuarto Congreso, específicamente el 15 de marzo del 1990, Bosch renunció del PLD precisamente porque el grupismo se estaba expandiendo y dijo que “no podía aceptar situaciones que rechacé en el PRD”. “Yo he renunciado porque en el PLD han surgido las luchas grupales y es algo que no puedo admitir”, expresó en ese momento. El dos de abril del 1991 anunció su vuelta al PLD “porque el grupismo quedó desarticulado”.
Un años después de ese episodio, en el 1992, renunció un grupo importante de peledeístas vinculados al sindicalismo. La lista la encabezaron Nélsida Marmolejos, Fernando de la Rosa y Carlos Tomás Fernández. También salieron Max Puig, Vicente Bengoa y Félix Ducoudray.
Tres crisis en la era Leonel-Danilo
Tras la salida de Bosch del escenario, el PLD ha sido controlado por Fernández y Medina desde el 1996. En esos 20 años han afrontado tres grandes crisis, en el 2007, 2011 y 2015, en cada caso por la candidatura presidencial.
En el 2007, Medina renunció a la entonces secretaría de la Presidencia para buscar la candidatura pero Fernández se impuso y Medina dijo que “me ganó el Estado” y se ausentó de las actividades partidarias.
En el 2011, los asomos de una nueva reelección de Fernández y luego la inscripción como precandidata de Margarita Cedeño generaron fuertes diferencias entre ambos, al punto de que la entonces primera dama tuvo que renunciar. En el 2015 el PLD sufrió la crisis más fuerte de su historia reciente y en los hechos quedó dividido, cuando Medina se impuso a Fernández para modificar la Constitución y reelegirse. En el PLD han sonado de nuevo los tambores de guerra. ¿Saldrá ileso de nuevo? Los dirigentes del PLD dicen que la madurez de sus líderes se impondrá, pero otros observan mucho deterioro en las relación de ambos y la falta de árbitros que pueda conducir a un entendimiento.