Se considera que la resiliencia o capacidad de recuperarnos de la adversidad, es una destreza fundamental para un sano desarrollo en la infancia. No obstante, es a menudo en la adultez, de la cual son propios retos como divorcios, muerte de padres, reveses profesionales, perspectiva de jubilación, etc., cuando más la necesitamos. La buena noticia es que algunas de las cualidades de una edad más avanzada, como mejor capacidad para regular las emociones, perspectiva obtenida a partir de las experiencias de vida y la preocupación por las generaciones futuras, pueden darles a los mayores una ventaja sobre los más jóvenes en cuanto al desarrollo de la resiliencia, según Adam Grant, profesor de Administración y Psicología de la Facultad Wharton de la Universidad de Pensilvania.
Edad y resiliencia
Se considera que la resiliencia o capacidad de recuperarnos de la adversidad, es una destreza fundamental para un sano desarrollo en la infancia.