En la última década de diseño presupuestal, la figura del déficit fiscal ha sido una constante, y del 2004 hasta el 2018 solo un presupuesto general ha sido concebido equilibrado, y dos con proyecciones de superávits.
Del 2008 hasta el 2018 el déficit fiscal ha superado una media anual de RD$55,000 millones. La mayor previsión de ingresos superiores a los gastos fue concebida para el año 2004, mientras que el más elevado monto absoluto de desequilibrio fiscal le corresponde al cursante año 2018. La tendencia deficitaria ininterrumpida inició en el año 2008, con una propuesta consignada en el presupuesto de ese período por RD$10,167.9 millones de gastos que no contaban con cobertura de ingresos corrientes. Desde el presupuesto de ese año hasta el corriente, los montos deficitarios acumulados suman RD$614,557.8 millones, para un promedio anual de RD$55,868.89 millones.
El año anterior al inicio de la carrera deficitaria, el 2007, el presupuesto fue concebido con un sobrante de RD$2,266 millones. Para ese año el nivel proyectado de ingresos, de corrientes y de capital, fue de RD$219,401.7 millones.
En el año previo, 2006, las apropiaciones de gastos corrientes y de capital fueron iguales a las estimaciones de ingresos corrientes y de capital, lo que implica que fue un presupuesto concebido en equilibrio. El nivel de gastos e ingresos del 2006 fue de RD$194,186.6 millones. En el 2005 se aprobó un presupuesto general con un nivel de gastos por RD$154,513 millones, y un déficit fiscal de RD$5,639 millones.
Antecedente superávit
En el 2004, período en el cual la economía todavía no se había recuperado de la crisis del 2003, fruto de la quiebra de tres importantes bancos del sistema, el presupuesto fue aprobado con un superávit de RD$11,754.9 millones. Para el siguiente ejercicio, las proyecciones de gastos se dispararon por encima de las previsiones de ingresos y el presupuesto fue concebido con un déficit de RD$5,639.0 millones. Al siguiente año, los gastos programados, RD$194,186.6 millones, igualaron a los ingresos esperados, presentando la única propuesta presupuestal equilibrada, a partir del 2004. En el siguiente proyecto de Presupuesto, el del 2007, el diseño fue presentado y aprobado en el Congreso con un superávit primario de RD$2,266 millones. Hasta ese ejercicio llegaron las propuestas presupuestarias equilibradas o con superávit.
El crecimiento del presupuesto de la última década ha sido de un 327.13 por ciento, al pasar de RD$249,614.6 millones en el 2008 a RD$816,565.3 millones en el 2018.
El 2012 registra el mayor desequilibrio fiscal de la historia reciente, y el balance final real fue casi cuatro veces el monto estimado, que fue de RD$22,443 millones..
En la medida que crece el monto del déficit también aumenta el monto de la deuda pública, debido a que el faltante lo busca el Gobierno con financiamiento interno y externo.
El impacto de las aplicaciones financieras, el concepto con el cual se registran las operaciones de crédito que soportan el Presupuesto, ha ido en crecimiento constante, en proporción con el empuje que la deuda ha representado en la evolución presupuestal a partir del 2008. Para éste último período, las aplicaciones financieras, por un monto de RD$51,904 millones, representaron el 20.54% del estimado de ingresos corrientes y de capital, que fue de RD$249,614.6 millones.
Diez años después, en el presupuesto del 2017, las aplicaciones financieras planteadas, por valor de RD$171,886.1 millones, representaron 27.5% del estimado de ingresos corrientes y de capital, que fue de RD$624,407.07 millones.
El balance anual de las aplicaciones financieras reportó tendencias a la baja con relación a los presupuestos anteriores, en los años 2010, 2011, y del 2015 al 2017.
Para el 2018 en curso, volvió a crecer el componente financiamiento dentro del tamaño total del Presupuesto. Para este período el monto de las aplicaciones financieras consignadas es de RD$213,678.2 millones, que representan el 34.76% del monto global del Presupuesto, de unos RD$816,565.3 millones.
Precios
El aumento de los valores presupuestales de los últimos 10 años ha sido mayor que el de la inflación acumulada, por lo que ha sido algo más que el llamado crecimiento vegetativo, que es el que incorpora la expansión del índice de precios al consumidor. Del 2008 al 2017 la inflación acumulada es de alrededor un 40%. El acumulado fue influenciado por los niveles de inflación de los años 2009, 2010 y 2011, que reportaron 5.76, 6.24 y 7.76%, sucesivamente. Del 2012 hasta el 2017 pasado, los niveles de inflación fueron de un dígito bajo, los que fluctuaron entre 1.58 por ciento y 4.20 por ciento el año pasado, que registró el mayor de ese lapso.
Recaudación interna no crece como la economía
El estancamiento de los ingresos corrientes y de capital para financiar el nivel de gasto del Gobierno ha estado estrechamente ligado a la poca elasticidad demostrada por la presión tributaria del país, para ir aumentando en la proporción que crece la economía y se crean nuevas figuras impositivas. La presión actual, de cerca de un 14.5%, es inferior que la lograda en el 2007, y que la meta que se planteó en la Estrategia Nacional de Desarrollo (END), para el 2015, de un 16 por ciento. La imposibilidad de cumplir esa meta ha hecho que algunos impuestos aprobados transitoriamente se queden fijos, como la tasa del ITBIS al 18%, que debió haber sido unificada a 16% a partir del 2016.