Tijuana. Inmigrantes centroamericanos que atravesaron México en caravana hasta la frontera mexico-estadounidense, con el objetivo de ingresar a Estados Unidos pidiendo asilo, están prestos a dirigirse a la garita de control para entregarse a las autoridades estadounidenses.
Los inmigrantes abordaron ayer cinco autobuses escolares y salieron del refugio donde se estaban quedando en Tijuana. Cuando se le preguntó cómo se sentía al abordar el vehículo, Nefi Hernández contestó: “Nervioso”.
Policías con linternas guiaron a la caravana por las calles de la ciudad fronteriza hasta la playa, donde los migrantes primero iban a realizar una manifestación al lado de la barda fronteriza, acompañados por simpatizantes al otro lado del cerco, en el lado estadounidense.
El Gobierno ha estado siguiendo los pasos de la caravana, a la que califican de amenaza para Estados Unidos.
Los centroamericanos pondrán a prueba la dura retórica del Gobierno cuando comiencen a pedir asilo.