Ángel Luis Delgado se despidió en grande la NCAA el pasado sábado. El muchacho de Haina anotó 24 puntos y tomó 23 rebotes para la universidad de Seton Hall, que cayó el sábado frente al ranqueado número uno, los Jayhawks de Kansas. Esta gigantesca actuación de Delgado fue la mejor manera de decir adiós a la NCAA y ayudó a refrescar su nombre en las mentes de los gerentes generales de la NBA.
A propósito de esa liga ¿qué va a pasar con Delgado tras su paso por la NCAA?
Por segundo año seguido, el jugador de 6-10 de estatura no figura entre los prospectos para ser escogidos en el próximo draft de la NBA en las proyecciones que hacen los principales portales dedicados a ese particular en Estados Unidos.
Pienso que Delgado cuenta con cualidades para llegar a la NBA y que con trabajo podría mejorar mucho más, pero realmente no soy optimista en torno a si él será escogido en el draft del próximo jueves 21 de julio. Nada más quisiera. Un dominicano más en la NBA es lo que todos añoramos.
La clase de 2018, al igual que la anterior, contiene una inmensidad de jóvenes con sobradas condiciones para ser seleccionados y eso complica el panorama para el dominicano. Su edad (23) también resulta un escollo para tales pretensiones, además de ciertos aspectos que tienen que ver con su estatura y la posición en la que se desempeña. Ángel Luis, por ejemplo, no lanza de tres, algo que hoy día es vital en la NBA para un jugador de su posición. Tal vez no crean que sólo tomó dos disparos durante toda la temporada en la NCAA. En su carrera apenas hizo cinco lances desde atrás de arco.
Lo que sí estoy seguro es que el chico tendrá un verano muy ocupado. Muchos equipos de la NBA van a querer tenerlo en sus filas en la Liga de Verano posterior al draft, algo que sí le puede abrir las puertas para llegar al baloncesto grande sin el compromiso que implica para las franquicias seleccionarlo en el draft.
Ojalá y este juego del sábado haya cambiado la percepción de las franquicias de la NBA. El tipo es un monstruo, con una presencia debajo del palo que mete miedo.
¡Esperemos!
