HOY DEBEN COMENZAR LAS CLASES en las escuelas públicas bajo la rectoría del ministerio de Educación. Más de 2 millones 800 mil muchachos deben llegar a las aulas, aunque se sabe que en las escuelas de gestión privada no siempre se acogen a la fecha oficial y adaptan su inicio a sus conveniencias programáticas.
Pero el período escolar está oficialmente abierto y los alumnos deben presentarse desde hoy. Los padres son el soporte principal para que efectivamente las aulas estén lo suficientemente concurridas.
El sistema público tiene este año escolar un millón 150 mil estudiantes en la modalidad de Jornada Escolar Extendida con 35 mil 720 aulas en 4 mil 57 centros. Las mismas constituyen
la más reciente innovación del sistema. Deja en los establecimientos a niños y jóvenes durante más horas.
Les provee el servicio de alimentación y los introduce en una dimensión diferente del aprendizaje, agregándoles valores e informaciones más allá del plan convencional. El gobierno planea
universalizar ese sistema a partir del próximo año.
La tanda extendida no sólo agrega tiempo útil a los estudiantes. Brinda la oportunidad a los padres para que puedan dedicar tiempo de mayor calidad a sus labores, sin la presión de recogerlos en horas difíciles. La permanencia en las aulas también libera a los chicos de otros riesgos.
Lo fundamental es que hoy inician las clases, y la esperanza es que el sistema funcione bien. Para que sea así no sólo se requiere
de la presencia de los alumnos. Los profesores tienen la responsabilidad de esperarlos con las mejores ganas y compartir sus conocimientos, sin ánimo de confrontación, y eviten las querellas, conscientes del papel que les corresponde para
el buen desarrollo del año escolar. Con un número tan importante de niños y jóvenes en las escuelas, necesariamente será un buen año escolar. El ministerio de Educación debe enfatizar en la calidad de la enseñanza, en el suministro de los instrumentos
y tecnologías que aseguren un clima adecuado para todos los involucrados en tan delicada misión.
Y cualquier dificultad será salvada, si hay buen ánimo.
A las clases, llegó la hora.