La guerra en Ucrania, que mañana cumple tres meses, protagonizó este lunes el inicio del Foro de Davos, la gran cita anual política y empresarial que vuelve a celebrarse tras dos años de ausencia por la pandemia de coronavirus.
Como viene siendo habitual en muchos foros internacionales, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, fue el invitado especial con un discurso de apertura que pronunció por videoconferencia desde Kiev, en el que pidió de nuevo a la comunidad internacional apoyo a Ucrania para enfrentar la agresión de Rusia y que se sancione aún más severamente a ese país.
En esta edición a la que no se ha invitado ni a responsables rusos ni a empresas de ese país, Zelenski, vestido con la camiseta verde olivo que porta desde el inicio de la guerra, comenzó denunciando la brutalidad de la invasión rusa y señaló cómo, a pocos metros del Centro de Congresos donde transcurre el foro, el edificio de la antigua Casa de Rusia en Davos se ha transformado en una exposición de crímenes de guerra.
Ante la influyente audiencia de Davos, Zelenski reclamó una retirada total de las empresas extranjeras de Rusia, a las que ofreció seguir operando en Ucrania y participar en la reconstrucción de este país tras la guerra.
Pidió que se refuerce aún más la presión sobre Rusia, con “sanciones convincentes”, dijo, “al petróleo, bloquear a todos los bancos sin excepción, cortar su acceso a la tecnología y la retirada plena de las empresas extranjeras del mercado ruso”.
Y a estas “les ofrecemos seguir operando en Ucrania, un mercado de 40 millones de personas… Les invito a que formen parte del proceso de reconstrucción del país, una gran tarea… debemos reconstruir ciudades enteras”, señaló.
El líder ucraniano instó a tomar acciones decisivas, a adoptar “las sanciones máximas” contra Rusia para crear un precedente y “para que Rusia y cualquier otro agresor potencial que quiera iniciar una guerra brutal contra un vecino sepa claramente a qué conduce esto de inmediato”.
Y aunque agradeció la ayuda internacional que Ucrania ha recibido hasta ahora, opinó que aún no es suficiente. En Ucrania “ya no hay ciudades pacíficas sino ruinas, y en lugar de turismo, bombas y misiles, este es el resultado si seguimos como hasta ahora”, advirtió, ante los líderes políticos y empresariales de Davos.
“Es importante hacerlo cuanto antes, con armas, con sanciones. Por eso Ucrania necesita todas esas armas que estamos pidiendo y no solo las que nos están brindando. Y por eso Ucrania necesita financiación, cuanto menos 5.000 millones de dólares al mes”, afirmó.
También instó a que se incauten todos los activos rusos en el exterior y se destinen a un fondo para los afectados por la guerra.
Zelenski lamentó que la unidad internacional y la presión contra Rusia no hubiera comenzado en 2014, “cuando comenzó realmente la agresión”, en referencia a la anexión de Crimea y la guerra en el Donbás.
“Si esto hubiera ocurrido entonces, tal vez Rusia no hubiera iniciado esta guerra a gran escala y no se hubieran perdido tantas vidas”, afirmó.
Zelenski señaló que los puertos ucranianos “están totalmente bloqueados” en el mar Negro y que las fuerzas rusas “están robando nuestro trigo día tras día”, impidiendo las exportaciones de cereales.
“La prioridad es que puedan funcionar nuestros puertos, bloqueados en el mar Negro. ¿Cómo pueden ustedes comprar trigo que saben que ha sido robado por los rusos desde Ucrania?”, preguntó.
Por ello, destacó la necesidad de que pueda crearse un corredor para permitir la exportación de cereales y dijo que ha hablado con líderes extranjeros, entre otros con los países bálticos, para poder establecer un corredor que dé salida a las exportaciones, de trigo y otros cereales, de diez millones de toneladas.
“Tenemos que ponernos de acuerdo en la creación de un corredor, de manera que Rusia no pueda oponerse”, aunque reconoció que “no es una solución fácil mientras siga desarrollándose la guerra”.
Antes de terminar, el presidente ucraniano, preguntado por cuál sería su deseo especial para los líderes, pidió que, sobre todo, no se pierda el sentimiento de unidad.
Ucrania también estuvo presente en Davos con la participación en varios debates de algunas diputadas de la Rada (Parlamento) y del alcalde de Kiev, Vitali Klitschkó, y su hermano Volodímir, ambos excampeones de boxeo, quienes reinvindicaron el aguante y la resistencia ante la invasión rusa.
El alcalde deseó que termine la guerra pero no a costa de un compromiso con Rusia o la entrega de parte del territorio. “Hasta el último soldado ruso debe abandonar Ucrania y debemos mantener nuestra integridad territorial. Después deben venir las inversiones extranjeras”, dijo.