WhatsApp, que está avanzando con la implantación de su controvertida actualización de los términos de servicio y la política de seguridad, ha cambiado la manera de dirigirse a los usuarios para combatir la confusión y la desconfianza generada.
El aviso sobre la actualización que la compañía envió a los usuarios a principios de enero pasado causó críticas y una fuga masiva de usuarios hacia otras aplicaciones de mensajería descontentos con la forma en que WhatsApp iba a compartir datos con la compañía matriz, Facebook.
Ahora la aplicación de mensajería está planeando una serie de medidas para desmentir “rumores e información errónea” en cuanto a la privacidad y cambiar el método para comunicar información al respecto, según escribió en su blog.
La compañía seguirá usando la función Estados para compartir sus actualizaciones directamente dentro de WhatsApp para conseguir mayor claridad sobre su política.
Después de un tiempo, la aplicación empezará a recordarles a los usuarios que revisen y acepten las actualizaciones para seguir usando WhatsApp.
La compañía recalcó que los mensajes personales entre usuarios continuarán estando cifrados de extremo a extremo siempre, por lo que “WhatsApp nunca podrá leerlos ni escucharlos”.
Al mismo tiempo, la empresa señaló que se está centrando en el desarrollo de nuevas maneras para chatear con empresas o hacer compras en WhatsApp, que son totalmente opcionales.
La compañía también mencionó a aplicaciones rivales que se aprovecharon de la confusión alrededor de WhatsApp para afirmar que no pueden ver los mensajes de sus usuarios. WhatsApp acentúa que “si una aplicación no ofrece el cifrado de extremo a extremo de manera predeterminada, eso significa que los mensajes pueden ser leídos por terceros”.
También enfatizó que recopilar menos información que WhatsApp no garantiza la confiabilidad ni la seguridad.