La denuncia hecha por Roberto Santana de que la Procuraduría no hace nada para detener la corrupción en la cárcel La Victoria teniendo conocimiento de la misma, pone sobre el tapete que las autoridades penitenciaras no han informado sobre quiénes fueron los que permitieron el ingreso al penal de cientos de objetos prohibidos.
Santana, asesor honorífico del Poder Ejecutivo en materia penitenciaria, ha dicho que el encargado de la seguridad en la Penitenciaría Nacional La Victoria recibe dinero de narcotraficantes que cumplen prisión en el penal, propietarios de los negocios que operan allí y personas vinculadas a actividades ilícitas
Aseguró que este comandante recibe siete millones de pesos todas las semanas, y que esa situación es conocida por la Procuraduría General de la República, que tiene a su cargo las cárceles, pero que “nadie hace nada”.
Sobre este asunto no se ha referido la Procuraduría General de la República ni la Dirección General de Servicios Penitenciarios y Correccionales, al igual como ha pasado luego de que en enero se realizara una intervención militar en la cárcel La Victoria en la que se decomisaron, entre otras cosas, celulares y aparatos tecnológicos que permitían a los reclusos tener acceso a Internet.
Han pasado ya casi cuatro meses desde la requisa militar y desde entonces las autoridades penitenciaras no han informado sobre las indagatorias de lugar a pesar de que varias veces elCaribe ha preguntado al respecto.
Las investigaciones que se dijeron se haría dentro del recinto a raíz de la requisa, aparentemente, han quedado en letra muerta mientras el caos, el hacinamiento, la insalubridad y la corrupción continúa reinando en la cárcel La Victoria, que alberga a más de siete mil privados de libertad, aunque su capacidad es para poco más de dos mil.
Quien dijo que se indagaría más sobre el asunto fue la directora de Centros de Corrección y Rehabilitación, Hilda Lagombra, días después de la requisa, cuando también aseguró que iban a cambiar a la dotación del penal.
¿Cuándo se realizó la requisa militar?
El 31 de enero pasado, la Penitenciaría Nacional La Victoria amaneció intervenida por militares que fueron en busca de armas de fuego y blancas o sustancias controladas para ser decomisadas. En la requisa, que se realizó tras registrarse una riña donde murieron tres privados de libertad por impacto de balas, además de confiscarse cientos de objetos prohibidos, se desmanteló un centro que permitía tener Internet a los reclusos de esta cárcel.