Nueva York.- Las últimas 12 semanas en esta ciudad han sido de continua violencia armada, sin respiro, aún sufriendo la Gran Manzana las consecuencias del COVID-19, sumando el desempleo, la reforma penal y las tensiones raciales y policiales, publica el periódico hispano “Diario La Prensa”.
Desde la última semana de mayo, NYC ha vivido un auge en la violencia armada que no parece tener fin. Dicha violencia comenzó con el feriado “Memorial Day”, cuando en la práctica arranca el verano en el calendario estadounidense.
Agrupando esas semanas y comparándolas con el mismo lapso del año pasado, las cifras superan en 352 los tiroteos, 464 las víctimas y en 69 los homicidios.
Más oficiales del NYPD saldrán los sábados y los domingos para combatir la escalada criminal que sacude a la Gran Manzana, ha informado el Comisionado policial, Dermot Shea.
“Si bien una buena cantidad de efectivos ya trabajan los fines de semana en los cinco condados, ahora a dos tercios de los oficiales bajo el rango de capitán, que actualmente tienen libres el fin de semana, deben cambiar sus turnos antes del 31 de agosto.
“El cambio se debe a la combinación de mayor violencia, protestas en curso, restricciones de COVID-19 y reducción de la financiación a las horas extras de los funcionarios. El cambio permanecerá en vigor hasta nuevo aviso”, explicó el máximo jefe de la policía neoyorkina, con 37 mil miembros, entre ellos más de 2,500 agentes de origen dominicano.
Los recortes presupuestarios aprobados por la Ciudad para el año fiscal 2021 y las reformas policiales empiezan a generar ciertos límites para que el cuerpo policial pueda actuar con toda su capacidad “logística y operatividad”, han indicado sectores en la urbe.
El último informe del NYPD indica que 45 personas fueron impactadas solo entre el viernes al domingo pasado; 11 personas fueron asesinadas; 36% de los asesinatos tuvieron como blanco personas de origen hispano.
La cantidad de 275 asesinatos se habían escenificaron en la Gran Manzana hasta el pasado 22 de agosto, 945 incidentes con disparos se han protagonizado este año y 1,159 ciudadanos han sido víctimas por la violencia armada.