A una semana del inicio de la docencia presencial, diversos padres residentes en el municipio de Pedro Brand valoraron la medida que establece el retorno gradual a las aulas, sin embargo, unos pocos todavía se rehúsan a enviar a sus hijos a la escuela.
Vanessa María Méndez tiene cuatro niñas, y ya dos están en edad escolar, una cursa el tercer grado de primaria y la mayor está en séptimo de secundaria.
La madre afirmó tener confianza en la disposición magisterial, porque el centro educativo al que asisten sus hijas cumple con todas las medidas de higiene y distanciamiento que previenen el contagio del coronavirus.
“La de nueve empezó ayer, aquí ellas paran jugando (…), las clases son por grupos de 10 y 8 niños, yo fui a inspeccionar y todo estaba bien”, expresó.
No obstante, Agustina Mejía dijo que el país aún no está preparado para un retorno a los salones de clases, la abuela de dos niños de siete y cinco años, manifestó que hasta que la tasa de contagio de la covid-19 no disminuya, no llevará a sus nietos a la escuela.
A pesar de afirmar que la virtualidad ha afectado el aprendizaje de sus descendientes, señaló que todavía son pequeños para cuidarse y protegerse de la enfermedad.
“Por mucho que los profesores lo quieran cuidar, ellos no van a poder, porque es que siempre están ligados a los grupos”, puntualizó.
Asimismo, Yohana Carolina Jiménez, expuso que las autoridades debieron terminar el presente año escolar con las clases virtuales, y comenzar el siguiente bajo el modelo de la presencialidad.
Jiménez, cuyo hijo de 13 años de edad cursa el segundo de bachiller, aseguró que las clases a través de las plataformas digitales no han perjudicado el aprendizaje del adolescente; al contrario, garantizó que con la virtualidad han aumentado las calificaciones de su vástago. “Yo vivo pendiente a cada tarea de mi hijo, a cada boletín que mandan de la escuela, al cuadernillo, a todo (…), yo le compré una computadora y él tiene su celular, si se le descarga yo le presto el mío, siempre busco la manera de que él no pierda clases”, dijo.
Una de las que sí firmó la carta de consentimiento que autoriza a un estudiante regresar a las aulas fue Elaine Rodríguez, quien tiene cuatro hijos, tres de ellos en edad escolar. Explicó que tomó la decisión de enviar a los niños a la escuela porque no tiene las condiciones para que puedan aprender desde casa.
“Tengo un solo televisor y me llevo mi celular al trabajo porque yo soy una negociante, tres niños en diferentes cursos no pueden estudiar con una sola televisión”, precisó. Declaró que trabaja en la concientización de sus hijos para que conozcan las normas sanitarias que deben tomar para evitar el covid-19.