El sonido de la alarma por la mañana puede ser para muchas personas un martirio, pero, más allá de eso, es un recurso que muchos tienen para poner fin al ciclo de sueño y salir de la comodidad de las sábanas y/o acolchado que nos arropa.
La ciencia explica que en el ser humano existe una sensación de aturdimiento y falta de alerta al despertarse: se trata de un fenómeno fisiológico denominado “inercia del sueño”, por el cual las personas atraviesan un estado que provoca pereza y/o torpeza después de despertar.
Ahora, un nuevo estudio sugiere que reemplazar al sonido predeterminado con el que cada día las personas se despiertan por sus canciones favoritas podría hacer que sea más fácil atravesar esos primeros minutos de aturdimiento matutino, condicionando positivamente, así, al menos las primeras horas del día.
Investigadores del Instituto Real de Tecnología de Melbourne (RMIT), prestigiosa universidad australiana, afirmaron que el uso de alarmas melódicas -en particular, aquellas que podemos taratear o cantar- podría ser una medida útil para estar más alerta durante el día.
Para llegar a esa conclusión, los científicos observaron los efectos que producían las diferentes alarmas melódicas y tonos convencionales no melódicos sobre el estado de alerta mental de los participantes.
Entre las canciones elegidas, se destacaron Borderline, de Madonna; Wedding Cake Island, de Midnight Oil; o Happy, de Pharrell Williams; por sobre los tonos de fábrica de un fabricante de teléfonos celulares.
El equipo, integrado por los investigadores Stuart McFarlane, Adrian Dyer y Jair Garcia, creó una aplicación para permitir que los participantes se despertaran con diferentes sonidos de alarma en su teléfono inteligente y luego realizaran inmediatamente una tarea similar a un juego para evaluar su estado de alerta.
Los resultados del estudio, publicado en la revista científica Plos One, mostraron que los participantes cuyas alarmas eran melódicas se mostraron más rápidos y precisos en el juego, en comparación con los que se despertaban con los clásicos sonidos de alarma predeterminados.
Para evaluar más este vínculo, los investigadores también revisaron estudios previos sobre los efectos de las alarmas en situaciones de emergencia.
Uno de los investigadores, McFarlane, explicó: “Cuando los niños se despiertan en condiciones de emergencia, una alarma de tono bajo o incluso el sonido de una voz humana parecen ser mucho más efectivos que las alarmas convencionales de alta frecuencia para combatir los efectos de la inercia del sueño”.
“Con el tipo correcto de alarma, los niños demostraron un mejor tiempo de respuesta y mejor memoria de los eventos, lo que probablemente sea importante para seguir instrucciones o planes de acción en una emergencia como un incendio”, añadió el científico, especialista en percepción auditiva, cognitiva y el desempeño humano en el sueño.
Si bien la razón de esto sigue sin estar clara, los investigadores sugieren que puede haber anchos de banda de frecuencia en las canciones que activan ciertas áreas del cerebro.
Por ejemplo, ejemplificó McFarlane: “Se ha demostrado que la música activa ciertas áreas del cerebro que controlan la atención, aunque todavía se están investigando los mecanismos exactos de este efecto”.
Además de facilitarle el despertar por la mañana, los investigadores sugieren que los hallazgos podrían aplicarse a otros escenarios.
“Si una persona tiene que levantarse temprano y llevar a los niños a la escuela, puede elegir una alarma de despertador que lo deje lo más alerta posible, mientras que puede elegir algo diferente para despertarse para su clase de yoga del sábado por la mañana”, agregó el experto.
¿Cómo podría este hallazgo ser útil para el día a día? “Los vehículos podrían estar equipados con alarmas personalizadas para ayudar a los conductores a mantenerse concentrados y evitar quedarse dormidos al volante. La exploración espacial humana podría algún día utilizar este tipo de tratamientos de sonido para maximizar el bienestar y el rendimiento de los astronautas”, precisó McFarlane.
Fuente:Infobae