Washington.– Un hombre vinculado con una organización ultraderechista se declaró este viernes culpable de conspirar para la sedición por el asalto al Capitolio de Estados Unidos del 6 de enero de 2021, lo que lo convierte en la segunda persona en admitir culpabilidad por este cargo.
Brian Ulrich, de 44 años y natural del estado de Georgia, admitió ante el juez que conspiró para impedir que el ganador de las elecciones de noviembre de 2020 y actual presidente de Estados Unidos, Joe Biden, fuese investido.
La conspiración para la sedición es el cargo que acarrea mayores sentencias entre todos los que los fiscales han presentado hasta la fecha contra los participantes en el intento de insurrección.
Ulrich se enfrenta ahora a una posible sentencia de entre cinco y seis años y medio de prisión.
Ulrich pertenece al grupo ultraderechista estadounidense Oath Keepers (los Guardianes del Juramento), el mismo al que pertenece el único otro acusado de sedición que hasta la fecha ha reconocido la culpabilidad.
Joshua James, de 34 años y líder del grupo en el estado de Alabama, se declaró culpable a principios de marzo.
También están imputados por sedición otros nueve miembros del grupo, entre ellos su líder nacional y fundador, Stewart Rhodes.
Los Oath Keepers son una organización “poco estructurada” en palabras del Departamento de Justicia, vinculada a las milicias ciudadanas y que, aunque acepta a cualquiera como miembro, centra sus tareas de reclutamiento en exmilitares, policías y personal de primeros auxilios.
Hay más de 700 personas imputadas por diferentes delitos por el asalto a la sede del Congreso de EE.UU., según los datos aportados por el Departamento de Justicia.
La mayor condena emitida hasta ahora por el asalto al Capitolio, donde fallecieron cinco personas y 140 agentes resultaron heridos, recayó sobre un hombre que atacó a agentes de policía con un extintor y que fue sentenciado a cinco años y tres meses de prisión.
El 6 de enero de 2021, una turba de seguidores del entonces presidente Donald Trump (2017-2021) irrumpió en el Capitolio cuando se celebraba una sesión conjunta de las cámaras para ratificar la victoria de Joe Biden en los comicios de noviembre anterior.
Poco antes, Trump pronunció un discurso incendiario desde la Casa Blanca, donde animó a sus seguidores a marchar hacia el Capitolio en medio de sus acusaciones infundadas de que los demócratas cometieron un fraude electoral en esa votación