Según un informe de World Vision, el 49 por ciento de los padres, madres o tutores consideran el castigo físico como un modelo correcto para la crianza de sus hijos.
Durante una rueda de prensa, Johnny Bido, asesor nacional de Protección e Incidencia de la organización no gubernamental, garantizó que la situación está relacionada al uso de una costumbre ancestral que ha traspasado generaciones ante el convencimiento de que con dicha metodología de formación van a desarrollar un ente de bien para la sociedad.
Sin embargo, conforme a la opinión del especialista, diversos estudios han demostrado que el castigo físico y humillante deja graves secuelas en la vida de los niños, niñas y adolescentes tanto en el presente como en el futuro.
“Afecta su cosmovisión de la vida en familia y sociedad, reduce su autoestima, impacta su desarrollo cognitivo conductual, así como su capacidad de relacionarse con sus iguales y convivir en el entorno de la escuela, además de las secuelas físicas a través de las heridas que son provocadas por sus cuidadores en ese proceso de corrección”, indicó.
La entidad recomienda a las autoridades a desarrollar iniciativas tendentes a transformar el citado modelo de crianza, el cual califican como inadecuado y nocivo para los infantes.
“Tenemos una metodología que se llama crianza con ternura que se enfoca en desarrollar modelos de racionamiento en la dinámica familiar entre padres e hijos, de tal manera que pueda prevalecer la tierna protección de la niñez, estableciendo los niveles de participación y los roles en familia de manera armoniosa”, expuso Bido.
El estudio también comunicó que un 36 por ciento de los adolescentes experimentaron violencia física durante la pandemia. Para obtener las cifras porcentuales, la institución se dirigió a las provincias de Bahoruco, Dajabón, El Seibo, Independencia, Montecristi, San Cristóbal y el Gran Santo Domingo, encuestando a 385 jefes de hogar, 770 jóvenes y 385 niños.
