WASHINGTON (AP) — El presidente Donald Trump tuiteó el viernes que “éstas no fueron las palabras usadas” después de informes de que durante una reunión el mandatario estadounidense se refirió a las naciones africanas como “países de mierda”.
Trump respondió así luego de una ola de críticas por los comentarios, hechos presuntamente el miércoles durante una reunión en la Casa Blanca. Tanto la Casa Blanca como los legisladores republicanos que participaron en la reunión se han abstenido de negar que Trump haya usado esas palabras.
Tres personas consultadas sobre la conversación dijeron que Trump cuestionó por qué Estados Unidos debería aceptar más inmigrantes de Haití y de “países de mierda” en África y no de lugares como Noruega. Las personas no estaban autorizadas a describir la conversación y hablaron con la condición de no ser identificadas.
De acuerdo con las personas al tanto de la conversación, durante la misma reunión Trump rechazó un acuerdo bipartidista sobre el programa Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA por sus siglas en inglés). El DACA fue promulgado durante el gobierno del presidente Barack Obama y suspendió temporalmente la deportación de unos 800.000 jóvenes inmigrantes que llegaron al país siendo niños, traídos por sus familiares, y que ahora viven en Estados Unidos sin autorización legal.
Trump tuiteó el viernes: “El lenguaje que usé en la reunión de DACA fue rudo, pero éstas no fueron las palabras usadas. Lo que fue realmente rudo fue la extravagante propuesta hecha ¡Un gran revés para el DACA!”.
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La despectiva descripción de Trump de todo un continente sorprendió a los legisladores que asistieron a la reunión e inmediatamente revivió las acusaciones de que el presidente es racista. La Casa Blanca no negó el comentario de Trump, pero emitió un comunicado en el que afirmó que el presidente apoya las políticas de inmigración que acogen a “aquellos que puedan contribuir a nuestra sociedad”.
Los comentarios de Trump se dieron mientras dos legisladores le describían los detalles de un acuerdo que protegería de la deportación a cientos de miles de jóvenes migrantes sin papeles de residencia, conocidos como “dreamers”, y reforzaría la seguridad en la frontera con México.
Los senadores esperaban que Trump apoyara su acuerdo y con ello terminara con una disputa que se ha extendido durante meses sobre cómo proteger a los “dreamers”, pero la Casa Blanca rechazó la medida propuesta, enviando nuevamente el tema a la incertidumbre a ocho días de un plazo que amenaza con paralizar el gobierno.
Durante su reunión, el senador Dick Durbin explicó que, como parte de la medida propuesta, se pondría fin a la lotería de visas que ha beneficiado a personas de países africanos y de otras naciones, explicaron las fuentes, aunque podría haber otra forma de que solicitaran el visado. Durbin apuntó que se permitiría que la gente que huyó de desastres en sus países de origen _incluidos los salvadoreños, guatemaltecos y haitianos_ se quedara en Estados Unidos.
Entonces Trump cuestionó específicamente por qué Estados Unidos querría admitir a más personas de Haití. También mencionó a los países africanos y preguntó por qué más personas de “países de mierda” deberían tener permitido entrar en Estados Unidos, señalaron las fuentes.
El presidente insinuó que preferiría que Estados Unidos permitiera la entrada a más personas de países como Noruega. Trump se reunió esta semana con la primera ministra noruega Erna Solberg.
La noche del jueves, Trump presionó por “un gran muro” y criticó la postura migratoria de los demócratas, al resaltar las dificultades de cualquier negociación.
“Los demócratas parecen determinados a que entren personas y drogas a nuestro país por la frontera sur, poniendo en riesgo miles de vidas en el proceso. Es mi deber proteger las vidas y la seguridad de todos los estadounidenses”, escribió en Twitter. “Debemos construir un gran muro…”.
Los comentarios de Trump fueron llamativos incluso para los estándares de un presidente que ha sido acusado por sus opositores de actitudes racistas y que ha roto en repetidas ocasiones el decoro público que sus predecesores en general mostraban.
Trump ha afirmado sin tener alguna evidencia que Barack Obama, el primer presidente negro de Estados Unidos, no nació en el país. Ha dicho que los inmigrantes mexicanos “traen crimen” y son “violadores”. Y afirmó que había “muy buenas personas en ambos bandos” luego de los hechos de violencia que se dieron tras un mitin de supremacistas blancos en Charlottesville, Virginia, en los que murió una persona.
La representante demócrata Kathleen Rice publicó la palabra “racista” en su cuenta de Twitter luego de que se dieran a conocer los comentarios del mandatario.
No solo los demócratas objetaron las palabras de Trump. La representante republicana Mia Love, hija de inmigrantes haitianos, dijo que los comentarios de Trump eran “insensibles, divisivos, elitistas y van en contra de los valores de nuestra nación”. Agregó que “como líder de nuestra nación, su comportamiento es inaceptable” y que Trump debe de disculparse con los estadounidenses “y con los países que tan maliciosamente denigró”.
Trump ha dicho de sí mismo que es “la persona menos racista que podrían conocer”.