Washington.- El presidente de EE.UU., Donald Trump, firmó este viernes una orden ejecutiva con la que busca asegurar el cuidado médico para recién nacidos durante procedimientos de aborto, unos casos que ocurren con muy poca frecuencia.
“Todo bebé nacido vivo, sin importar las circunstancias de su nacimiento, tiene la misma dignidad y los mismos derechos que cualquier otro individuo y tiene derecho a las mismas protecciones”, apunta la orden firmada por Trump.
El texto condiciona la concesión de fondos federales a los hospitales a que cumplan con esta orden.
Pese a que las leyes vigentes ya protegen la vida de los recién nacidos, en su orden ejecutiva Trump aseguró que en algunos hospitales se niega la atención médica a bebés extremadamente prematuros o con enfermedades, “incluso cuando los padres piden tratamiento”.
“Es la norma en Estados Unidos reconocer la dignidad humana y el valor inherente de cada recién nacido u otro niño pequeño, independientemente de su prematuridad o discapacidad”, apuntó el presidente.
Trump firmó esta orden en la víspera de su anuncio de nominación de un nuevo juez para el Tribunal Supremo de EE.UU., que según medios locales será la ultraconservadora Amy Coney Barrett, y en plena campaña presidencial.
El movimiento ultraconservador y los republicanos han tratado en los últimos años de restringir o prohibir el derecho al aborto en Estados Unidos, algo que estaría más cerca de suceder con el nombramiento de Barrett al consolidar la mayoría derechista de seis a tres en el Alto Tribunal.
En EE.UU. el aborto es legal en la práctica desde que en 1973 el Tribunal Supremo declaró inconstitucional cualquier interferencia del Estado en la decisión de la mujer sobre el embarazo.
Barrett sustituiría a la magistrada progresista Ruth Bader Ginsburg, fallecida la semana pasada.
Los republicanos han tratado sin éxito de aprobar en el Congreso leyes parecidas a la orden ejecutiva firmada por Trump, aunque en esos textos se consideraban penas de cárcel para médicos que negasen la atención médica a estos recién nacidos.
Los críticos de la medida argumentan que los casos de recién nacidos durante abortos son muy excepcionales y que las leyes vigentes ya los protegen.