Washington, (EFE).- El presidente de EE.UU., Donald Trump, cumplió hoy con la tradición de indultar a dos pavos que se salvarán de ser degustados en Acción de Gracias, antes de partir hacia Palm Beach (Florida) para celebrar allí en familia esta festividad, la más popular del país.
En compañía de su esposa, Melania Trump, y el hijo de ambos,
Barron, el presidente indultó en una ceremonia en la Rosaleda de la Casa Blanca a un pavo de nombre “Drumstick”, criado en Minesota.
Otro pavo, llamado “Wishbone” y procedente asimismo de Minesota, también fue indultado hoy por orden del presidente, pero no se dejó ver en la ceremonia.
Las dos aves sí posaron para los periodistas en la Casa Blanca
antes del perdón, tras haberse alojado desde el fin de semana en
Washington en un hotel de lujo, el Willard Intercontinental, a
cuenta de la Federación Nacional del Pavo.
A diferencia de las decenas de millones de pavos que serán
cocinados para Acción de Gracias, “Drumstick” va a ser “muy feliz”, porque tiene “un futuro muy brillante por delante”, bromeó Trump durante la ceremonia.
También comentó, en tono irónico, que fue informado por la
oficina legal de la Casa Blanca de que “bajo ninguna circunstancia” le está permitido revocar el perdón a los dos pavos indultados el año pasado por su predecesor, Barack Obama, por lo que dijo a los afortunados, “Tater” y “Tot”, que pueden “descansar tranquilos”.
Por otro lado, Trump ignoró la pregunta lanzada dos veces por un
mismo periodista acerca de si piensa “perdonar a alguna persona”, en alusión a la investigación del fiscal especial Robert Mueller sobre la supuesta injerencia rusa en las elecciones de 2016 en EE.UU., que ya ha deparado cargos para tres exasesores del magnate.
Trump y su familia viajarán hoy mismo a Palm Beach, donde
celebrarán Acción de Gracias y descansarán hasta el próximo domingo.
El presidente Abraham Lincoln (1861-1865) estableció la
festividad de “Thanksgiving” (Acción de Gracias) para conmemorar la celebración con la que los colonos británicos que llegaron al país a bordo del “Mayflower” en 1620, quisieron dar gracias a Dios por su buena cosecha después de un duro invierno.
En 1789, cuando George Washington fue designado primer presidente de EE.UU., eligió el 26 de noviembre como día oficial de Acción de Gracias, pero en 1863 Lincoln estableció como fecha oficial definitiva el último jueves de noviembre.
Desde entonces se ha convertido en la fiesta más popular del año,
compartida por todos los estadounidenses independientemente de cuál sea su religión.