Trabajadoras menos optimistas sobre sus perspectivas profesionales durante la pandemia

Santo Domingo.- . El aumento de la carga de trabajo y las responsabilidades domésticas durante la pandemia de COVID-19 están generando una profunda insatisfacción entre muchas mujeres que trabajan, según el nuevo informe de Deloitte Global Mujeres en el trabajo: Una perspectiva global, publicado el 19 de mayo.

Santo Domingo.- . El aumento de la carga de trabajo y las responsabilidades domésticas durante la pandemia de COVID-19 están generando una profunda insatisfacción entre muchas mujeres que trabajan, según el nuevo informe de Deloitte Global Mujeres en el trabajo: Una perspectiva global, publicado el 19 de mayo.

El estudio encuentra que el aumento de responsabilidades está teniendo efectos devastadores en las mujeres trabajadoras, ya que, actualmente, 51% de las encuestadas es menos optimista sobre sus perspectivas profesionales.

Además, las mujeres encuestadas reportaron una caída de 35 puntos en su salud mental y una caída de 29 puntos en la motivación en el trabajo, en comparación con la etapa previa a la pandemia. Haciendo un recuento de las opiniones de 5.000 mujeres en 10 países, la investigación revela una cruda realidad para este sector en el lugar de trabajo: la igualdad de género ha retrocedido durante la pandemia, poniendo en riesgo años de un progreso lento pero constante en la materia.

“Aunque en Latinoamérica justo antes de la pandemia habíamos sido testigos de un avance importante en materia de participación femenina en el mercado laboral, el COVID y las nuevas dinámicas están borrando en un año un progreso que se había gestado en muchas décadas. En la mayoría de nuestros países los datos de desempleo femenino son realmente devastadores y es fácil anticipar que nos volverá a tomar mucho tiempo recuperar el camino andado”, indica Sofía Calderón, Socia Líder de Consultoría en Capital Humano para Deloitte Spanish Latin America.

El aumento de las responsabilidades en el trabajo y en el hogar durante la pandemia, junto con las culturas laborales no inclusivas, están provocando una disminución de la satisfacción laboral y la lealtad hacia su empleador por parte de las mujeres. “El año pasado ha sido una ‘tormenta perfecta’ para muchas mujeres que se han enfrentado a mayores cargas de trabajo y a mayores responsabilidades en el hogar, difuminándose cada vez más límites entre ambos, así como a experiencias continuas de comportamientos no inclusivos en el trabajo”, dice Emma Codd, Líder de Inclusión en Deloitte Global.

“Si bien el impacto adverso en el bienestar, la motivación y el compromiso de las mujeres es obvio, nuestra investigación también muestra que algunos profesionales lo están haciendo bien: las mujeres que trabajan para estas organizaciones están más comprometidas, productivas y satisfechas con sus carreras. A medida que comenzamos a reconstruir los lugares de trabajo para el futuro, tenemos una oportunidad de oro para lograr la igualdad de género y la inclusión de una manera correcta, evitando retrasar así años de progreso”.

Disminución en el bienestar

Desde que comenzó la pandemia, 77% de las mujeres encuestadas dice que su carga de trabajo ha aumentado, siendo éste cambio en sus vidas el más citado por la mayoría.

Las mujeres también están asumiendo más responsabilidades en la gestión de las tareas domésticas y de cuidado: 59% dice que dedica más tiempo a las tareas domésticas; 35%, más tiempo al cuidado de los niños; y 24%, al cuidado de otros dependientes.

Como resultado, la encuesta sugiere que el bienestar de las mujeres ha disminuido significativamente desde la pandemia: solo un tercio de las mujeres considera que su bienestar mental actual es “bueno” o “extremadamente bueno”, en comparación con el 68% registrado antes de la pandemia.

Con su bienestar mental en declive, las mujeres alrededor del mundo están preocupadas por el impacto que tiene su salud mental en su carrera: 29% de las mujeres que dijeron que su carrera no progresa tan rápido como les gustaría señaló a la mala salud mental como uno de los principales contribuyentes a esta situación.

Según la encuesta, las mujeres que se identifican como LGBT + y/o mujeres de color tiene mayor probabilidad de reportar niveles más bajos de bienestar mental y satisfacción con el equilibrio entre el trabajo y la vida, en comparación con todas los encuestadas.

“El concepto de interseccionalidad se sigue expandiendo y se torna aún más relevante dadas las distintas condiciones que enfrentan las mujeres en Pandemia. La etnia, el nivel socioeconómico, la orientación sexual e inclusive el tener o no labores de cuido hacen que las mujeres enfrenten diversas realidades y retos, una receta única por parte de sus empleadores resulta totalmente insuficiente, se requiere un abordaje a la medida y una escucha activa para activar un plan de bienestar y apoyo acorde a cada realidad”, indica Sofía Calderón, Socia Líder de Consultoría en Capital Humano para Deloitte Spanish Latin America.

Un problema cultural

Si bien muchas organizaciones promocionan su compromiso con construir y mantener un lugar de trabajo inclusivo, muchas mujeres continúan experimentando entornos de trabajo no inclusivos.

Más de la mitad de las mujeres encuestadas dice haber experimentado alguna forma de acoso o comportamiento no inclusivo en el trabajo, durante el año pasado, con situaciones que van desde un contacto físico no deseado y comentarios despectivos, hasta que se cuestione su juicio y se les brinden menos oportunidades de avance debido a su género.

Las mujeres LGBT + tienen casi cuatro veces más probabilidades de decir que han experimentado bromas de naturaleza sexual y cinco veces más probabilidades de haber experimentado comentarios despectivos sobre género. Una de cada 10 mujeres de color dice haber experimentado comentarios sobre su raza en el lugar de trabajo. Este sector es también más propenso a experimentar comentarios sobre su estilo de comunicación que las mujeres blancas (15% frente a 5%).

La mayoría de las mujeres que ha experimentado estos comportamientos, en particular, las acciones no inclusivas que sienten son menos “graves”, no los denuncia a su empleador. Una cuarta parte de las mujeres cita el miedo a las represalias profesionales como el factor principal para no denunciar estos comportamientos.

En algunos casos, es posible que las organizaciones ni siquiera cuenten con los mecanismos de denuncia adecuados: solo 31% de las mujeres encuestadas cree que su empresa cuenta actualmente con un proceso para denunciar la discriminación y el acoso.

Las mujeres están considerando irse

Mientras las mujeres buscan apoyo durante la pandemia, la encuesta muestra que los empleadores están fallando en satisfacer las necesidades que exige el momento actual. Solo 22% de las mujeres cree que sus empleadores las han ayudado a establecer límites claros entre el trabajo y el tiempo personal.

La mayoría de las mujeres también siente que tiene que estar “siempre activas” en el trabajo, y 63% siente que sus empleadores las evalúan en función de la cantidad de tiempo que pasan en línea, más que por la calidad de su trabajo. Los números son aún más marcados para el grupo LGBT + y/o mujeres de color.

Solo 35% de las mujeres LGBT + dice que el compromiso de su empleador de apoyar a las mujeres ha sido suficiente desde que comenzó la pandemia, en comparación con 44% de las mujeres no LGBT +. Mientras tanto, las mujeres de color más jóvenes, de entre 18 y 37 años, tienen, hoy, en comparación con el periodo previo a la pandemia, más probabilidades que la muestra general de la encuesta de sentirse menos optimistas sobre sus perspectivas profesionales (58% frente a 51%), y es más probable que piensen que sus carreras no progresan lo suficientemente rápido (54% contra 42%).

Quizás debido, en gran parte, a esta falta de apoyo, las mujeres encuestadas informan una caída de 29 puntos en la satisfacción laboral desde que comenzó la pandemia, y 57% de todas las mujeres encuestadas (y casi el 60% de las mujeres de color) planea dejar a su empleador en dos años o menos, citando la falta de equilibrio entre el trabajo y la vida personal como la principal razón. Muchas mujeres no solo cuestionan sus perspectivas profesionales actuales, sino que casi una cuarta parte también está considerando abandonar la fuerza laboral por completo.

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