En la tercera palabra el arzobispo de Santo Domingo, Monseñor Francisco Osoria de la Cruz habló del amor que deben tener los padres con los hijos. Teniendo como ejemplo a María y la virgen de la Altagracia.
“Todos nosotros, los discípulos de Jesús, tenemos que reconocer esa maternidad de María y sentirnos amados y cuidados por ella como sus hijos”, expresó durante su intervención.
Ozoria Acosta llamó a una contemplación de estas palabras en doble vía, una primera vía de una acción de la madre al hijo y una segunda del hijo a la madre.
El monseñor resaltó que el mejor regalo de Jesús para la humanidad, lo hizo en la cruz al “entregarnos a su madre”.
Asimismo, reiteró a los feligreses que “Acoger a María como madre nos conducirá a ser como ella, a imitarla en su sensibilidad ante los problemas y las necesidades de los demás”.