Al menos 23 personas han fallecido debido a las lluvias torrenciales, inundaciones y fuertes vientos al paso del remanente del huracán Ida por el noreste de Estados Unidos, la mayoría en el estado de Nueva Jersey, según los últimos recuentos de las autoridades recogidos por los medios locales.
Catorce de los fallecidos han sido reportados en Nueva Jersey, de los cuales cinco estaban en un mismo complejo de apartamentos en la localidad de Elizabeth, y otras nueve víctimas se han registrado en Nueva York, sobre todo en los barrios de Queens y Brooklyn, incluido un niño de 2 años, indicó el canal NBC.
El jefe de la Policía de Nueva York, Dermot Shea, informó esta mañana que ocho de las nueve muertes se han producido “en hogares y sótanos residenciales” de la Gran Manzana, a las que se suma una persona fallecida tras un accidente de tráfico en la carretera que atraviesa Central Park.
Miles de personas han tenido que ser evacuadas de zonas de Nueva York, Nueva Jersey y Connecticut debido a las inundaciones que los restos del huracán Ida, ya degradado a tormenta, han provocado en el área, con unas lluvias que las autoridades han calificado de históricas y que han marcado récords.
El agua inundó sótanos de edificios llegando a atrapar a personas en sus casas, como fue el caso de un joven de 22 años y su madre que fallecieron en un sótano en Queens, de acuerdo al canal ABC7, o de un anciano que estaba en su vehículo en Passaic (Nueva Jersey).
La gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, que declaró la noche del miércoles el estado de emergencia, dijo en una rueda de prensa este jueves que el presidente de EE.UU., Joe Biden, ha ofrecido asistencia federal para evaluar los daños y ha pedido que “el dinero fluya” cuanto antes a los hogares y negocios devastados.
Las tormentas forman parte de los remanentes del huracán Ida que, ya degradado a tormenta, ha atravesado la parte este del país desde que entró por el estado de Misisipi y Luisiana, donde causó graves inundaciones y al menos seis muertos.
En la ciudad de Nueva York, prácticamente todas las líneas del metro quedaron suspendidas al ser inundado por auténticas riadas y cascadas de agua que caían tanto por las escaleras de las estaciones como por los techos de los túneles, incidentes registrados por los ciudadanos y que hoy circulaban por las redes sociales.