Preocupado por la limitación que han dispuestos las autoridades para realizar la prueba del coronavirus y por la baja totalidad de médicos en capacidad para autorizarla, Leonardo Díaz Jáquez, sugirió que los médicos de cabecera sean puedan enviar la indicación electrónicamente y que el laboratorio la confirme vía telefónica.
El expresidente del Instituto Dominicano de Genealogía consideró que teniendo en cuenta la gravedad de la situación, los mismos doctores convertirían los centros donde trabajan y ellos mismos en agentes de transmisión del COVID-19.
En una carta enviada a este medio, Díaz Jáquez indicó que ante la limitación que han dispuestos las autoridades para la prueba diagnóstica del coronavirus, en cuanto a que solo sean los médicos neumólogos e infectólogos los que pueden indicarla, se ocupó en investigar de estos especialistas y en sendas búsquedas en las páginas de la Sociedad Dominicana de Neumología y Cirugía de Torax, como en la Sociedad Dominicana de Infectología, encontró 172 miembros en la primera y 71 en la segunda, para un total de solo 243 médicos en capacidad de autorizar dicha prueba.
“Siendo mi médico de cabecera quien mejor me conoce clínicamente, ¿no sería saludable que también éstos tuvieran esa facultad?”, preguntó
Agregó: “¿Sería una buena medida que mi médico de cabecera me pueda enviar la indicación electrónicamente y que el laboratorio la confirma por teléfono?”, como “inquietudes que solo buscan facilitar los procesos”.
A continuación la carta:
Estimado señor director:
Ante la limitación que han dispuestos las autoridades para la prueba diagnóstica del coronavirus, en cuanto a que solo sean los médicos neumólogos e infectólogos los que pueden indicarla, me ocupé en ver la cantidad de estos especialistas que tenemos disponibles en el país, y en sendas búsquedas en las páginas de la Sociedad Dominicana de Neumología y Cirugía de Torax, como en la Sociedad Dominicana de Infectología, encontré 172 miembros en la primera y 71 en la segunda, para un total de 243 médicos en capacidad de autorizar dicha prueba.
Teniendo en cuenta la gravedad de la situación, ¿no se convertirían los centros donde trabajan estos doctores y ellos mismos en agentes de transmisión? Disponen esos centros y médicos de las medidas de protección adecuada?
Siendo mi médico de cabecera quien mejor me conoce clínicamente, ¿no sería saludable que también éstos tuvieran esa facultad?
¿Sería una buena medida que mi médico de cabecera me pueda enviar la indicación electrónicamente y que el laboratorio la confirma por teléfono?
Son inquietudes que solo buscan facilitar los procesos.
Atentamente,
Leonardo Díaz Jáquez