Santiago. En 17 kilómetros de trayecto de la autopista Joaquín Balaguer, desde el puente seco hasta la Rotonda a la entrada del municipio de Villa Bisonó (Navarrete), las barandas de seguridad están destruidas.
Aunque en septiembre de este año el Ministerio de Obras Públicas anunció su reparación tras un trabajo periodístico publicado en elCaribe, parece que todo se quedó en solo promesa.
El descuido es tal que una parte de los metales destruidos prácticamente salen hasta la importante vía, lo que representa un enorme peligro, ya que es el punto donde se registra el mayor número de víctimas mortales por accidentes en esta provincia. La mayoría de barandas han resultado destruidas por vehículos accidentados. También parte del material ha sido desmontado por conductores de motocicletas que improvisan cruces para dar paso hacia comunidades pertenecientes a Villa González o Navarrete. En algunos puntos, hasta letreros que establecen límites de velocidad y otras señales han resultado derribados.
Promesas
El día tres de septiembre el entonces viceministro de Obras Públicas, Ramón Antonio Pepín, informó que brigadas de la institución iniciaron las reparaciones de las barandas en la autopista Joaquín Balaguer que conecta a la provincia de Santiago con el litoral Norte.
Aunque en la publicación coloca una imagen con las brigadas trabajando, los puntos afectados nunca fueron intervenidos, y por el contrario, a medida que pasan los días las condiciones empeoran.
La supervisión y soporte en las carreteras está a cargo de la Comisión Militar y Policial, dirigida por el capitán de navío Luis Manuel Féliz.
La falta iluminación, el robo ojos de gatos, el no reemplazo de los dañados, los cruces improvisados y la violación de los límites de velocidad, ocasionan hasta 15 y 20 accidentes al mes.
Piden colocar semáforos para reducir accidentes
Un levantamiento hecho por la Dirección General de Seguridad de Tránsito y Transporte Terrestre y el Instituto Nacional de Transporte Terrestre (Intrant) establece la necesidad de cerrar al menos ocho intercepciones o cruces. También propone instalar semáforos para controlar la velocidad en zonas donde se han registrado la mayor cantidad de víctimas.