Sammy Sosa mantiene firme su esperanza de que en cualquier momento su nombre sea seleccionado para ocupar un nicho en la inmortalidad de Cooperstown.
El exjardinero entiende que los números puestos durante su trayectoria en las Grandes Ligas son la mejor carta de presentación para que su figura esté al lado de Juan Marichal y Pedro Martínez como los únicos dominicanos en el Salón de la Fama.
“Yo soy un Salón de la Fama”, dijo Sosa durante la entrega de canastas navideñas a unas 750 personas este jueves en el Pabellón de Voleibol del Centro Olímpico Juan Pablo Duarte y otras 700 en el polideportivo de la Universidad Central del Este en San Pedro de Macorís.
“Entre ahora, mañana o a través del Comité de Veteranos, ahí voy a estar. Sea como sea yo voy a estar ahí, aunque se me involucre en cosas que todo el mundo sabe”, agregó.
El “Bambino del Caribe”, como aún se le conoce al nativo de San Pedro de Macorís, sostiene que es de las personas que se mantiene tranquilo, a pesar del poco porcentaje que mantiene (8.6%) del 75% que se requiere para ser incluido en el Salón de la Fama de Cooperstown.
“Si por ahora no sucede, seguiré esperando, aunque sea por 120 años. Yo estoy tranquilo, repito mis números están ahí y esos son los que hablan”, expresó Sosa, quien jugó en las Grandes Ligas por 18 temporadas con los Vigilantes de Texas, Medias Blancas de Chicago, Cachorro de Chicago y Orioles de Baltimore, respectivamente.
