Según un estudio de Microsoft, un 30% de las empresas rusas aplican la inteligencia artificial (IA) en sus actividades, un porcentaje superior al de Europa y EE.UU. Además, los usos que se hacen de esta tecnología tienen una mayor funcionalidad que en otros países.
RT envió a un corresponsal a las calles de Moscú para comprobar si esto es cierto y encontró un taxi sin conductor, que forma parte de un proyecto pionero del uso de la IA. La empresa rusa Yandex ambiciona con retirar a todos los conductores humanos para hacer más seguras las carreteras de todo el mundo.
El vehículo pasa perfectamente por las calles de Moscú, pero en ocasiones se atasca. Puesto que el coche no viola las reglas de tráfico, cuando llegue, por ejemplo, a un lugar donde se ha producido un accidente, va a frenar y no va a seguir si no se lo permiten: momento en el que todavía tiene que intervenir un conductor.
“En realidad el conductor de nuestro coche se encuentra en el maletero”, dice el director de desarrollo del negocio de la empresa, Artióm Fokin. “Parte del equipo está elaborado por Yandex, otra parte consta de piezas disponibles en el mercado. El elemento principal del sistema es el software creado por nuestros ingenieros”.
En su estimación, este sistema basado en la IA podría reducir a cero el número de víctimas en carretera porque “es disciplinado, nunca se salta las reglas de tráfico, nunca se distrae y controla constantemente la situación a una distancia de hasta 300 metros”.
El presidente ruso, Vladímir Putin, ha pedido que uno de los bancos más grandes del país participe de manera activa en las innovaciones. La entidad, que ya tiene experiencia en este ámbito, por ejemplo, ha creado algoritmos para evaluar a los clientes antes de concederles algún crédito.
Otro proyecto que está en desarrollo es un operador automático de telefonía. Ayuda a resolver problemas escuchando solo palabras clave de la llamada entrante sin que medie un ser humano.
El centro de innovaciones Skólkovo (al oeste de Moscú) reúne a empresas que buscan avances tecnológicos. El desarrollo de los robots en este lugar va de la mano de la inteligencia artificial y ya se empiezan a notar los resultados: existen robots que saben diferenciar objetos y transportarlos, plataformas que se mueven solas por los almacenes o mascotas robóticas que hacen compañía a los seres humanos.
Existen incluso máquinas que bajan a las minas para extraer el mineral. Se evita de esta manera poner en riesgo la vida de los mineros.
La inteligencia artificial genera más seguridad, más comodidad, más orden en nuestras vidas. Sin embargo, también elimina poco a poco las profesiones a las que hemos estado acostumbrados. La cuestión ahora es adaptarse lo más rápido posible a una nueva realidad.