Residentes en sectores vulnerables en la ribera del río Ozama y otros sectores del Gran Santo Domingo expresaron ayer su preocupación ante el paso de la tormenta Grace por el territorio dominicano, debido a que aún no se reponen de los daños causados por la tormenta Fred.
Tal es el caso del barrio Las Lilas del sector Los Tres Brazos, donde los moradores temen a nuevas inundaciones en sus viviendas.
Doña Carmen Valenzuela, narró a elCaribe que durante la temporada ciclónica, pide a Dios para que proteja a todos los que viven a orillas del río Ozama, quienes cada año viven un viacrucis que los obliga dejar sus viviendas por que se inundan.
“Nos acostamos cada día y no sabemos si nos vamos a levantar en medio de una inundación. Yo fui afectada por el ciclón George en San Juan de la Maguana, y después que nos desalojaron, nos llevaron a unos barrancones a las tres de la mañana, pero a las tres de la tarde esas viviendas se incendiaron y me quedé con lo que tenía puesto encima. Vine a parar aquí y mire lo que pasamos todos los años”, expresó Valenzuela.
Juana de la Cruz, quien también reside en el lugar, indicó que tanto ella como sus vecinos tienen varios días sin poder dormir tranquilos, por temor a que las aguas del río penetren a sus casas obligándoles a sacar sus ajuares como cada año.
De la Cruz, señaló que el anuncio de la llegada de la tormenta Grace, le llena de angustia, porque además de los ajuares de su vivienda, también tiene que buscar la forma de asegurar las mercancías de un pequeño colmado que instaló junto a su esposo Ariel de la Cruz.
Al igual que la pareja varios residentes manifestaron que no dejaran sus pertenencias por temor a que se las roben.
En la Playita de Manresa, también fueron afectados por el paso de la tormenta Fred, por lo que pescadores y comerciantes tomaron algunas medidas preventivas.
Ayer algunos comerciantes guardaron equipos de sonidos, sillas y otros materiales que pudieran ser afectados por los vientos y las lluvias de Grace.
De su lado, los pescadores decidieron sacar sus embarcaciones del mar, para evitar daños como ocurrió con el paso de la tormenta Elsa el pasado mes de julio, donde perdieron miles de pesos por los botes averiados.
Otros sectores del Gran Santo Domingo no mostraron tanta preocupación por el anuncio de un nuevo fenómeno natural.
En las proximidades de la cañada Guajimía, algunos consultados mostraron desconocimiento sobre la presencia de la tormenta Grace. Otros pidieron a las autoridades retirar los cúmulos de desechos de la cañada para evitar que se produzcan desbordamientos.