Las reflexiones a que nos invita la vida ejemplar de Jesús, aquel que predicó con el ejemplo, nos da oportunidad de elevarnos en alto vuelo sobre el manto de malas noticias y el pesimismo con que pretende arroparnos el pasado. Tiempo bueno para columbrar cómo en medio de una época que arrodilla a gran parte del Planeta, República Dominicana exhibe éxitos notables.
Prueba última del exitoso desempeño que exhibimos bajo el liderato transformador y el trabajo incansable del presidente Luis Abinader contra las crisis importadas es el dato ofrecido la pasada semana por el Banco Mundial de que mientras en América Latina el crecimiento económico mantiene en promedio una tasa de 2.3%, en República Dominicana tenemos un 5 por ciento, más que duplicando el de la región.
Al dato, corroborado por otros organismos internacionales y por el Banco Central, se agrega el reconocimiento generalizado en la región de que estuvimos a la cabeza de la lucha exitosa contra el COVID 19.
A esos notables desempeños en materia económica y sanitaria, el país acomete un proceso de reforma del sistema judicial que inicia dándole la anhelada independencia al ministerio público, hasta entonces al servicio de intereses políticos o particulares.
Avanzamos en un proceso de reforma y modernización de la Policía Nacional, con participación de la sociedad civil y asesoría internacional. Las reformas judicial y policial van dirigidas a atacar la corrupción, el crimen organizado y la delincuencia común que desde hace unos 30 años han impuesto su ley.
La corrupción pública, que bajo la presidencia de Joaquín Balaguer el mandatario dijo que apenas se detenía ante la puerta de su despacho, y que en los gobiernos del PLD alcanzó niveles tan escandalosos que provocaron las “marchas verdes”, de magnitud jamás hechas en el país, ha sido cortada por lo sano, dejando el presidente Abinader suficientemente claro que quien se robe un solo peso del erario tiene que vérselas con la justicia.
Ese saneamiento ha incluido un estricto cumplimiento de la ley No. 340-06 sobre Compras y Contrataciones de Bienes, Servicios, Obras y Concesiones, por cuyo incumplimiento en el pasado gobierno están hoy bajo investigación judicial varios hermanos y cuñados del ex presidente Danilo Medina.
El éxito dominicano contra el COVID19, la estabilidad y el crecimiento económicos en tiempos de vacas tan flacas, el apoyo gubernamental a las inversiones y al turismo, el corte por lo sano a la corrupción gubernamental, y el inicio de las reformas judicial y policial constituyen políticas públicas de buena gobernanza, apropiadas para que los dominicanos impulsemos en unidad el proceso de no retorno hacia la articulación del proyecto de nación que tanto hemos anhelado.
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