Santo Domingo.- A raíz de la decisión del ministro de Cultura, Eduardo Selman, de quitarle el nombre del poeta y ensayista Enriquillo Sánchez al auditorio de la institución para ponerle el de Juan Bosch, en las redes han reaccionado, rechazando la medida y calificándola de “politiquera”.
Desde periodistas, políticos, artistas y personalidades del arte, han arremetido contra la decisión del ministro de Cultura en las diversas redes sociales.
“No está bien que en su nombre, el Ministerio de Cultura, dirigido por alguien que conoció más a Bosch que este mortal, maltrátese la memoria del poeta Enriquillo Sánchez –amigo de Juan Bosch– quitándole al auditorio el nombre del poeta Sánchez que a Bosch en su tumba desagrada”, expresó el periodista Rafael Núñez en uno de sus varios tuits sobre el tema.
El también periodista Augusto Socías escribió que “es un irrespeto a la memoria del poeta Enriquillo Sánchez quitarle su nombre al auditorio del M. de Cultura”.
El periodista Alfonso Quiñones destacó que “quitar el nombre de Enriquillo Sánchez al Auditorio de Cultura ha sido un agravio innecesario a todo el sector cultural.
“Si yo fuera el ministro Eduardo Selman, me disculpara y devolvía su nombre al sitio. Esto enoja y pone una mancha más innecesaria en errores cometidos”, puntualizó el periodista de origen cubano.
En tanto que el dirigente político de la Fuerza del Pueblo, Manolo Pichardo, escribió que “Eduardo Selman, en una actitud mezquina e inexplicable, cambió el nombre del auditorio del Ministerio de Cultura Enriquillo Sánchez, por el de Juan Bosch; la acción es una ofensa a la memoria del expresidente y escritor que hubiera rechazado la agresión al mérito y al amigo poeta”.
Artistas y poetas indignados
“En otro derroche de politiquería el ministro de cultura dominicano saliente decide cambiar el nombre del auditorio Enriquillo Sánchez, tras 16 años, para dedicárselo a Juan Bosch. Cría cuervos y te sacarán los ojos. Sin #EnriquilloSanchez mi obra no existe. #VivaMusiquito”, escribió la cantante Rita Indiana en su cuenta de Twitter.
Asimismo, la poeta Martha Rivera-Garrido, expresó en sus redes sociales que “el ministro Selman y su secuaz cayito no han cometido más que despropósitos, pero el peor ha sido quitar el nombre del auditorio a Enriquillo Sánchez. Deshonrar a un autor muerto no es algo que vemos frecuentemente. Mi indignación no tiene límites. Dan vergüenza”.
En la misma línea se expresó la poeta Soledad Álvarez, quien también criticó la decisión en lo que entiende como “una absoluta desconsideración, un injustificable agravio a la memoria de Enriquillo Sánchez, y en él a su generación de escritores. Te aseguro que el primero que no estaría de acuerdo con esta indelicadeza sería don Juan”.
“Vi en las noticias que el Ministerio de Cultura le cambió el nombre al auditorio de su sede, el antiguo edificio del Partido Dominicano que todos conocemos. Ese auditorio había sido nombrado con el nombre del recordado y extraordinario escritor dominicano Enriquillo Sánchez y, de buenas a primeras, lo sustituyó por el de Juan Bosch, otro importante escritor dominicano”, escribió el poeta e historiador José Enrique Delmonte.
Sobre Enriquillo Sánchez
Enriquillo Sánchez nació el 25 de agosto de 1947 y murió el 13 de Julio del 2004 a la edad de 57 años. Poeta, ensayista, novelista y narrador. Era graduado de licenciado en Letras en la Universidad Autónoma de Santo Domingo.
Sus grandes cualidades de editor de suplementos críticos y literarios, como “Palotes”, y como articulista, son bien conocidas. Su dimensión como poeta, miembro de una generación innovadora, está sobradamente establecida.
Sin embargo, el único reconocimiento que se le había hecho fue denominar por más de una década el Auditorio de Cultura con su nombre.
Enriquillo Sánchez fue el benjamín de su generación, la de los 60. Provenía de una familia tradicional. Su padre, José Aníbal Fernández Sánchez, asumió como un apostolado la reivindicación de su bisabuelo, Francisco del Rosario Sánchez, uno de los padres de la patria.
Ganó menciones en los concursos La Máscara (1966 y 1971), y ahí se le ve en aquella foto histórica en aquél mítico apartamento de la calle César Nicolás Penson 60, en su escalera, junto a Juan Bosch, René del Risco, Miguel Alfonseca, Rubén Echavarría, Armando Almánzar y Abel Fernández Mejía.
