Puerto Príncipe (EFE) – La reapertura legislativa en Haití, celebrada cada año el segundo lunes de enero, se llevó a cabo este 2022 en un tenso contexto.
Esto, a causa de las diferencias de criterio sobre la duración del mandato de los diez miembros del Senado, que conforman solo un tercio de la Cámara.
El mandato de esos senadores, los únicos cargos electos con los que cuenta el país, está en discusión desde hace al menos un mes.
El presidente de la Cámara, Joseph Lambert, defiende que termina en enero de 2023, aunque sectores políticos afirman que el mandato de esos legisladores terminaría hoy, según su interpretación de la Constitución.
Ese es, precisamente, el parecer del primer ministro, Ariel Henry, al frente del Gobierno haitiano desde el magnicidio de Jovenel Moise en julio de 2021.
“No podemos aceptar que los demócratas que dicen estar convencidos y, en consecuencia, cuestionan la existencia misma del Senado dentro de un sistema de democracia representativa y republicana”, dijo Joseph Lambert al pronunciar un discurso solemne para reafirmar la autoridad de los diez senadores.
Al defender su legitimidad ante los presentes, especialmente ante los que afirman que su mandato termina hoy, el senador afirmó que el suyo “no es un mandato regalado.
No es un presidente de la República quien lo ha dado, y mucho menos un primer ministro”.
“Es el pueblo haitiano con su papeleta en la mano el que soberanamente cumple con su deber ciudadano de elegir a las personas que se quieren en cada departamento”, continuó, recordando que son senadores de pleno derecho que asumen el cargo el segundo lunes de 2017.
“Es el momento de trabajar juntos para ofrecer una mejor imagen del organismo que ha recibido muchos ataques”, dijo.
En las últimas 48 horas se han celebrado reuniones entre el Gobierno y el tercio del Senado, una de ellas ayer domingo, para discutir un memorando de entendimiento donde se señala el fin del mandato de los senadores el segundo lunes de enero de 2023.
“El Ejecutivo y el Senado trabajarán juntos para establecer un clima de apaciguamiento político que conduzca a una gobernanza estable y a la organización, durante el año 2022, de unas elecciones creíbles e inclusivas en el marco de una nueva Constitución”, reza el borrador del memorando de entendimiento aún no firmado.
Aunque era uno de sus principales compromisos cuando asumió el poder el pasado julio, Henry no ha logrado nombrar un consejo electoral, de cara a la celebración de comicios para finales de este año.
Sin autoridad electoral ni una ley para organizar elecciones, también está en el aire el plan de organizar un referéndum para votar una nueva Constitución a comienzos de 2022.
Cada segundo lunes de enero, según la Constitución, los diputados y senadores deben reunirse en para abrir la sesión legislativa en la Asamblea Nacional.
Sin embargo, este año “no podemos hacer la Asamblea Nacional”, lamentó Lambert, porque en 2020 concluyó el mandato de los otros dos tercios del Senado, así como el de la Cámara de Diputados al completo.