Pequeños empresarios lo ven como positivo; un economista de la UASD sugiere reforma de “baja intensidad”
Sobre los préstamos que por US$6,599 millones le ha aprobado el Congreso a la gestión de gobierno de Luis Abinader en ocho meses, hay varias lecturas por parte de entendidos en economía, dirigentes empresariales y legisladores de varios partidos.
Una parte de esas opiniones apunta a que en un contexto de crisis sanitaria, como el que vive el mundo con el covid-19, se justifica recurrir al financiamiento para afrontar los desafíos. Otros cuestionan lo que ha estado ocurriendo. “Hay una carrera desenfrenada de endeudamiento por parte del gobierno de Luis Abinader y el Partido Revolucionario Moderno (PRM). Y a veces preguntamos dónde está invertido el dinero que se ha tomado prestado. No vemos dónde se han hecho las inversiones”, expresó el portavoz de los senadores del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), Yván Lorenzo, cuando elCaribe le abordó.
Y peor aún, según dijo, “es que las autoridades tomaron grandes cantidades de dinero prestado sin necesitarlo”.
Los pequeños empresarios tienen otro enfoque sobre la cuestión. Por ejemplo, el presidente de Confederación Dominicana de Micro, Pequeñas y Medianas Empresas de la Construcción (Copymecon), Eliseo Cristopher, aseguró que sin esos recursos (sin lo adquirido en préstamos), le habría sido muy difícil a las autoridades trabajar con los niveles de eficiencia que se requiere en situaciones como la presente en el país. “Sin embargo, debemos decir que nos llama a la observación el hecho de que -aun cuando se han hecho muchos préstamos en el orden internacional y se han liberado muchos recursos del encaje legal, atendiendo a medidas dispuestas por la Junta Monetaria- se advierte sobre una ampliación de la brecha entre las clases económicas dominicanas. Quiere decir que tenemos que vigilar la calidad del gasto y focalizar gastos, de manera que puedan los más vulnerables ser tocados de forma positiva con las medidas dispuestas. En este caso, hablamos, por ejemplo, de las micro, pequeñas y medianas empresas, entre ellas las del sector construcción”, apuntó Cristopher en el abordaje.
Mientras, Frank Guerrero, vicepresidente de la Copymecon, indicó que en el contexto actual, el endeudamiento era una línea a seguir. “Y hemos dicho, adicionalmente (desde que comenzamos a analizar el tema, antes que Luis Abinader asumiera el poder en agosto de 2020) que solo a través de una política expansiva, de carácter monetario, se podría estimular la economía”, expuso.
Desde el punto de vista de Guerrero, el Gobierno debió concienciar más a la población sobre la necesidad de endeudarse, para poder responder a la crisis sanitaria.
Al respecto, el vicedecano de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), Antonio Ciriaco Cruz, plantea que el tema de la deuda siempre será recurrente hasta que exista un arreglo fiscal que mínimamente pueda añadir al Gobierno alrededor de 185,000 millones de pesos. “Por eso, entendemos que en esta coyuntura de reactivación de la economía, hablar de un pacto fiscal es un tema que debería ser pospuesto para un contexto y proceso de recuperación plena de la economía. En esta ocasión entendemos nosotros que el Gobierno tiene que hacer una especie de reforma fiscal de baja intensidad, de tal manera que pueda incorporar al presupuesto del año 2022 alrededor de 185,000 millones”, expuso.
Resaltó la importancia de que eso le añada a la presión tributaria alrededor del 2.5 puntos porcentuales por encima de lo actual, es decir, llevar la presión tributaria de 14 a 16.5 % del producto interno bruto (PIB). Con ese monto, según su aritmética, se puede estabilizar el monto de la deuda en el nivel actual (que es 74 % del PIB), de forma, que en la medida que se expanda la economía y esta pueda seguir creciendo, la relación deuda-PIB tienda a bajar o licuarse con el paso del tiempo. “De lo contrario, si no se incorporan alrededor de 185 mil millones de pesos en el presupuesto de 2022, es obvio que la otra cara de la moneda es seguirse endeudando”, advirtió.
“Si nosotros seguimos en esto, para el próximo año posiblemente la deuda llegue a un 80 % del producto interno bruto, debido a que las necesidades de financiamiento en este proceso de crecimiento de la economía se van incrementando. El Estado necesita incrementar su inversión pública y llevarla de un 2.2 % del PIB a alrededor de un 4 %, mínimamente. Y además tiene que incrementar y consolidar los programas sociales”, calculó.
Según Ciriaco Cruz, el Gobierno tiene que incrementar y consolidar los programas sociales. “Hay que seguir fortaleciéndolos en estos procesos de recuperación. Si eso no se hace, el tema de la deuda será recurrente; un tema que no tendrá una solución y que va a traer una serie de secuelas, en el sentido de que cada vez más el peso de la deuda es importante en las finanzas públicas”, indicó.
Dijo que el pago de intereses que se destina, básicamente en el presupuesto actual, ronda más del 30 % de los ingresos, y si a eso se le suma la amortización de la deuda pública, entre esta y el pago de intereses (servicio de la deuda) ya representa prácticamente el 50 % de los ingresos tributarios. Por tanto, eso le quita capacidad al Gobierno de hacer políticas públicas de desarrollo y de inversión y le resta capacidad para mejorar los programas sociales. Yo creo que no se le puede dar larga a este asunto; se le debe buscar una solución mínima y por eso entendemos que en esta coyuntura lo que aplica es una reforma fiscal de baja intensidad, en el sentido de que le añada a la presión tributaria 2.5 puntos porcentuales”, dijo.
De su lado, el vocero de los diputados del PLD, Gustavo Sánchez, expresó que llama a la atención que el Gobierno sostenga el presupuesto con partidas presupuestarias sobre financiamientos.
Aseguró que ningún gobierno se había endeudado tanto en tan poco tiempo, como este. Resaltó que “hay temas de financiamiento en los que el PLD ha estado de acuerdo, porque van en dirección de desarrollar actividades con las que también se siente identificado, mientras que en otros temas no lo está”.
Ausencia de fiscalización y politización económica
El senador Bautista Rojas Gómez, de la Fuerza del Pueblo, explicó que su partido aprueba los préstamos dirigidos a luchar contra el covid-19, y que se justifican. “La situación de la pandemia justifica el tener que asistir a ese tipo de endeudamiento; lo malo es que la fiscalización no se produce”, apuntó. De su lado, el portavoz de la bancada del Partido Reformista Social Cristian (PRSC) en la Cámara de Diputados, Máximo Castro Silverio, indicó que antes de la pandemia esa organización mantuvo una línea -por más de cinco años- de no apoyar préstamos, y que aún mantiene la postura de no aprobar financiamientos. “Sería contraproducente que uno politice la parte económica de lo que debe ser el reforzamiento de la pandemia”, planteó.