Estados Unidos ha ido perdiendo importancia como suplidor de financiamiento bilateral de República Dominicana, categoría en la cual fue el mayor acreedor a principio de siglo, y segundo en la categoría de deuda oficial, solo superado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
De representar más de una quinta parte de la propiedad de la deuda externa dominicana en el 2000, Estados Unidos ha caído a un 0.1% al cierre del primer semestre del 2018.
La posición de principal acreedor la perdió Estados Unidos desde el año 2007, cuando Venezuela pasó a ser el mayor prestamista dominicano, con una cartera de préstamos ascendente a US$733.14 millones, equivalente al 9.69% de la deuda bilateral. A la segunda posición bajó Estados Unidos, con US$506.77 millones y una ponderación de 6.70%.
Tendencia
Estados Unidos ha seguido reduciendo su cartera hasta casi extinguirla. La primacía acreedora con el país ha variado. Venezuela la mantuvo hasta el 2014. En el 2015 la perdió de Brasil que con US$669.2 millones pasó a representar el 4.1% de la deuda externa dominicana. Al año siguiente, Francia sucedió a Brasil como mayor acreedor bilateral dominicano, con una cartera de US$568.4 millones, equivalente al 3.2% de la deuda dominicana con el exterior. Hasta el primer trimestre del 2018 Francia se mantenía en esa posición, y les seguían Brasil y España.
La otrora posición de acreedor dominante la asumió Estados Unidos entre las décadas de los años 70 y 80, y ese posicionamiento estuvo vinculado a los excedentes agrícolas que exportaba subsidiados y financiados hacia República Dominicana, a los que se asocia la desaparición de algunos cultivos agrícolas en el país. Fueron las importaciones realizadas vinculadas a la entonces famosa ley PL- 480.
El resto
Seguían a los Estados Unidos como mayores acreedores de República Dominicana, España, Japón y Venezuela, que desde que los precios internacionales del petróleo se dispararon, estableció mecanismos de financiamiento de parte de la factura petrolera para los países no productores de la región. El primero de esos mecanismos fue el Acuerdo de San José, creado cuando Venezuela era gobernada por Carlos Andrés Pérez, mandatario que cultivó buenas relaciones con políticos dominicanos, especialmente con el doctor José Francisco Peña Gómez. Ese acuerdo involucraba también a México en condición de suplidor de petróleo crudo, con financiamiento a largo plazo de una proporción de la factura. El financiamiento debía ser para ejecutar obras de desarrollo. Pero esa ventanilla no funcionó a plenitud porque con México surgieron dificultades, incluida la de un contrato de una obra que realizaba una compañía mexicana que fue rescindido por República Dominicana. Para el año 2000, cuando Venezuela registraba un balance de crédito al país por US$104.70 millones, ya el Acuerdo de San José estaba en recesión, prácticamente suspendido.
Para ese año, la cartera de financiamiento de los Estados Unidos con República Dominicana era de US$745 millones, que equivalía al 20.20% de la deuda externa dominicana, y representaba el mayor monto de deuda bilateral del país y la segunda del renglón de deuda oficial, que lo integran los segmentos multilateral y bilateral.
La deuda multilateral es la contraída con organismos financieros multilaterales como el BID, BM y el Fondo Monetario Internacional.
Dominio acreedor de EU con el país cesó en 2007
La supremacía de Estados Unidos como acreedor bilateral dominicano se mantuvo hasta el 2008, pero su cartera fue decreciendo al igual que la ponderación dentro del balance de deuda externa dominicana. Del 2000 al 2001 cayó de 20.20% a 15%. El declive continuó con altibajos y la ponderación sucesiva de los años 2002, 2003, 2004 y 2005 quedó en 12.50%, 10.70%, 11.90% y 11.54%. Al cierre del primer trimestre del año la deuda dominicana con la principal economía del mundo era de US$18.3 millones, igual un 0.1%.
Venezuela, sustituto efímero
Mientras Estados Unidos abandonaba terreno como acreedor bilateral de República Dominicana, Venezuela y Brasil lo tomaban. En el caso venezolano, que sustituyó el mecanismo de financiar sus ventas de petróleo (San José por Petrocaribe), su ponderación llegó a representar más de una cuarta parte (25.3%) de la deuda bilateral dominicana. Al finalizar el primer trimestre de este año, la deuda dominicana con Venezuela era de US$66.8 millones, que equivalían al 0.3 por ciento de la deuda externa del país.