SAN JUAN DE LA MAGUANA.- El presidente del Partido Reformista Social Cristiano (PRSC), Quique Antún, advirtió este lunes que si no se impone una línea dura para frenar la masiva inmigración ilegal haitiana, en poco tiempo la República Dominicana estará dividida en dos pueblos con idiomas y culturas totalmente diferentes, lo que dijo sería la destrucción de la soberanía nacional.
Sostuvo que la crisis política, social y humanitaria que vive Haití está empujando a una parte importante de esa población a emigrar masivamente a la República Dominicana, “y eso es muy peligroso, porque poco a poco han ido ocupando nuestro territorio”.
Resaltó que a esa inmigración masiva que se ha incrementado en las últimas semanas debido a las protestas violentas que se registran en el vecino país, “hay que ponerle freno antes que llegue lo peor”.
“Se necesita una línea dura en la política migratoria para frenar esta grave situación”, expresó.
El líder reformista resaltó que hay que evitar a cualquier precio “que nuestra amada nación se vea ocupada y dividida por dos pueblos –el haitiano y el dominicano- “porque sería la destrucción definitiva de nuestra soberanía”.
Llamó al gobierno a tomar medidas urgentes en la frontera, como aumentar el número de efectivos militares, vehículos, equipos de comunicación y otros.
“Hay que garantizar la seguridad del territorio dominicano, ante el peligro de las hordas haitianas”, dijo
Resaltó asimismo que el país está viviendo una creciente invasión pacífica de haitianos, “en muchos casos de familias completas, lo que representa una grave amenaza contra nuestro territorio y nuestros ciudadanos”.
Quique Antún insistió en la necesidad de la construcción de un muro a lo largo de la frontera con Haití, que explicó que servirá, además de frenar la inmigración ilegal, para acabar con el contrabando de todo tipo de mercancías y el narcotráfico.
“El muro fronterizo es una necesidad para preservar nuestra soberanía nacional”, insistió.
El líder reformista criticó el fracaso en política migratoria de los últimos gobiernos, que según dijo, “han sido muy permisibles de los crecientes flujos de inmigrantes indocumentados, principalmente de haitianos”.
Afirmó finalmente que ahora mismo la población haitiana en el territorio dominicano podría superar los dos millones, “lo que representa una carga demasiada pesada para un país pobre como el nuestro”.