Tras meses estudiando el tema y tras una importante consulta pública, el Banco Central Europeo (BCE) anunció este miércoles un proyecto piloto para introducir a largo plazo el euro digital. Una iniciativa que responde a la creciente popularidad de los pagos virtuales, que se han extendido durante la pandemia.
“Nuestro trabajo tiene como objetivo garantizar que en la era digital los ciudadanos y las empresas sigan teniendo acceso a la forma de dinero más segura, el dinero del banco central”, aseguró la presidenta del BCE, Christine Lagarde.
Esta fase de investigación durará dos años y, según la entidad, se centrará en el diseño y la distribución para que el euro digital pueda satisfacer las necesidades de los europeos y ayude a prevenir actividades ilícitas, así como evitar un impacto indeseado en la estabilidad financiera y la política monetaria.
Al final del estudio, se decidirá si se pone en marcha el euro digital, que podría implementarse en 2025. De ser así, se trabajará con los bancos y las empresas para proporcionar la tecnología necesaria y los servicios de pago.
China fue el primer país en lanzar el yuan digital del banco central (CBDC) a la fase de pruebas y de concretizar el proyecto para poder realizar transacciones internacionales en su propia moneda.
Pero ¿qué es el euro digital?
El euro digital es una forma electrónica de dinero emitido por el Eurosistema (el BCE y los bancos centrales nacionales) que todos los ciudadanos y empresas de la zona euro podrán utilizar. Un dato importante es que no sustituirá el efectivo, sino que será un complemento de este.
El Eurosistema seguirá asegurando el acceso a los billetes y monedas, y el euro digital se presentará como una opción más a la hora de realizar los pagos.
¿Por qué un euro digital?
El efectivo es utilizado cada vez menos y los pagos virtuales se han intensificado desde que comenzó la pandemia, pero además con el euro digital las transacciones podrían ser más rápidas y fáciles.
También respaldaría la digitalización de la economía europea y evitaría la dependencia de medios de pago digitales emitidos y controlados desde fuera de la zona del euro.