SAN JUAN— Uno de los meses más mortíferos de los últimos años en Puerto Rico llegó a su fin con 78 homicidios registrados, en un contexto en el que la isla caribeña enfrenta un aumento del crimen y el descontento de miles de agentes de policía.
“Me llena de preocupación estos incidentes violentos que se han registrado en los últimos días”, dijo el senador Miguel Laureano. “Es una situación dramática que requiere de atención inmediata”.
La mayoría de las personas que fueron asesinadas en enero eran hombres jóvenes que murieron a tiros. El municipio de Caguas, en el centro del territorio, registró el número más alto de homicidios con 18, seguido por la capital San Juan con 14.
La policía emitió órdenes judiciales o detuvo a los sospechosos de apenas un puñado de los casos. El jueves, las autoridades pidieron a la gente que ayudara a resolver el caso de la mujer que fue hallada quemada dentro de un auto. Las autoridades señalaron que creen que la víctima iba en camino a recoger a un familiar el día que fue asesinada.
Héctor Pesquera, director del recién creado Departamento de Seguridad Pública de Puerto Rico, dijo que la mayoría de los asesinatos registrados en enero estaban vinculados con las drogas, pero añadió que no tenía ninguna razón para explicar el aumento de crímenes.
A medianos de enero, los funcionarios tanto locales como federales anunciaron que implementarían un plan de vigilancia basado en la teoría de la “tolerancia cero” para ayudar a reducir el número de homicidios. La iniciativa busca combatir todo tipo de transgresiones a la ley, como infracciones de tránsito y vidrios polarizados en los automóviles, con el fin de sacar a los delincuentes de las calles e impedir la comisión de delitos más graves.
El aumento en los homicidios se produjo semanas después de que miles de agentes de la policía comenzaron a reportarse enfermos como protesta a una deuda de millones de dólares en concepto de horas extra luego del paso de los huracanes Irma y María. Las ausencias diarias regresaron a su nivel normal, indicó Pesquera, pero agregó que miles de los agentes de la policía siguen molestos por las medidas de austeridad, como una fuerte reducción en sus pensiones mensuales y no poder cobrar en días de enfermedad no utilizados.
El representante de Puerto Rico Feliz Lassalle, quien también funge como presidente de la Comisión de Seguridad Pública, está realizando audiencias públicas para abordar esos problemas.
“Hay un compromiso grande (…) de atender las situaciones que puedan afectar a la Uniformada y buscar las soluciones”, puntualizó.