Santiago. La crisis en el suministro de energía eléctrica y déficit de agua potable ha desencadenado protestas en el municipio de Tamboril, Santiago, y en San Víctor, Espaillat.
El desplome del servicio eléctrico ha obligado muchas familias a tener que acudir nuevamente la compra de plantas eléctricas e inversores. Los de menos solvencia económica deben conformarse con lámparas de gas o velas. Y es que de contar con un servicio 24 horas, en Tamboril apenas reciben ente tres y cinco horas de energía.
“A veces se queda intermitente, es decir llega la luz por unos minutos y se va y regresa. En horas de la noche, apenas nos dan unos cuantos minutos y vuelve Edenorte y se la lleva”, dice Luis peña Pérez, residente en Tamboril. Con el problema de agua potable, barriadas como Domingo Alegre, Los Polanco, Pontezuela, son auxiliados con camiones que suministra la Corporación de Acueducto y Alcantarillado de Santiago y la Alcaldía.
Mientras en el municipio de San Víctor, en la provincia Espaillat, los munícipes decidieron conectarse por su cuenta tras ser desconectados por la comercializadora de energía. En la más reciente protesta amenazaron con quemar los vehículos de Edenorte.
En el sector Camboya, al norte de Santiago, reclaman que mejore el servicio de agua potable. Dicen que el vital líquido lo envían cada 15 días. Mientras en el sector Villa Verde, entre las calles 15 y la 23 hace seis meses que no le mandan agua, pero si los recibos de la Coraasan. En tanto, que en la provincia de Puerto Plata, la comunidad denuncia las interrupciones del servicio eléctrico, situación que mantiene encolerizados a los ciudadanos.
También en la comunidad Islabón, entre Cabarete y Sabaneta de Yásica, se registraron protesta en repudio de los apagones, lo cual obstruyó el tránsito por la carretera Sosúa-Gaspar Hernández. La Empresa Distribuidora de Electricidad del Norte (Edenorte), alega que los apagones programados se deben a supuestas labores de mantenimientos de una sub estación y redes eléctricas en esta jurisdicción.