En la continuación del juicio de fondo del caso Odebrecht, el Ministerio Público comenzó a ayer incorporar pruebas sobre las compras de inmuebles que hizo el imputado Víctor Díaz Rúa, que de acuerdo al órgano persecutor en la acusación formal, el dinero que utilizó para esto es proveniente de soborno.
Para esto, el Ministerio Público presentó en audiencia a dos testigos. Uno de ellos fue Miguelina Batista, quien años atrás se desempeñó como recepcionista en la oficina de abogados Tavares Pittaluga y Asociados, relacionada al también imputado Conrado Pittaluga.
En sus declaraciones, la testigo dijo que representó a Díaz Rúa con la empresa Radiodifusora Skyland, a través de la cual se compró un terreno en Casa de Campo.
Ante las preguntas del Ministerio Público, Batista explicó que aparece en los documentos de la compra, pues figuraba como societaria de Radiodifusora Skyland, ya que era una costumbre en la oficina de abogados firmar papeles y estar como socios en distintas empresas pues por la anterior ley exigía una equis cantidad de accionistas.
“Simplemente nosotros los empleados servíamos de relleno”, dijo ante las juezas del Primer Tribunal Colegiado del Distrito Nacional, luego de explicar que no obtenía ganancias de la empresa.
Después, el propio Díaz Rúa explicó que la compañía era de carpeta, las cuales las oficinas de abogados las constituyen antes de llegar el cliente y calificó como un “abuso y una ridiculez” del Ministerio Público. El otro testigo presentado fue Ismael Rodríguez, quien es el contador de una empresa que realizó la venta a Díaz Rúa de un apartamento en la Torre Caney. El juicio sigue el lunes.